miércoles, 31 de octubre de 2018

En el cementerio de Torrero


El domingo 28 estuvimos en el cementerio de Torrero, con al abuela Victoria y Carmen llevamos flores al nicho del señor José, mi suegro.


Jose Gracia Beitia, nació en Murillo de Gállego, pasó por varios pueblos, entre ellos El Temple, pueblo de colonización, en el caso con Victoria Ascaso, del matrimonio nacieron dos hijas: Laura y Carmen, mi señora y el año 1960 vinieron a vivir al barrio de Torrero de Zaragoza.



Hace 20 años que falleció, un 13 de octubre, y sus restos descansan en el bloque 1031 del cementerio de Torrero, situado junto al edificio nuevo en el que se encuentran cuatro capillas, tanatorio y tienda de flores y objetos funerarios... así es que cuando subo algún funeral de conocidos me acerco hacer una visitica al señor José.


Dos son las entradas al cementerio, la vieja la oficial, de ladrillo rojo y la que da acceso al parquin. Este es la  más usada por el coche se aparca cerca del edifico donde se realizan los oficios.


Por la entrada del parquin se pasa junto a una cruz, que me recuerda la del Valle de los Caídos y tiene un paralelismo con aquella ya que en su origen estaba en la Plaza del Pilar para honrar a los caídos por el bando franquista en la Guerra Civil, y allí permaneció hasta que el primer ayuntamiento democrático la traslado al cementerio, yo creo a los muertos hay que honrarlos en el cementerio.


LOS MUERTOS

Los ojos negros, como los azules.

Como los verdes vivos. Todo hoy, cerrados,

Duermen, Su luz ahora sofoca

Su rayo mineral. El cielo es alto,

Y frío. Más fríos aún, los rostros no contemplan,

O no arrojan verdad. Más no hay otra verdad

Que aquí, dormidos,

Los bultos miserables. Calla y pasa.
VICENTE ALEIXANDRE

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