martes, 5 de septiembre de 2023

 Un día en Badalona

En nuestra estancia en Barcelona, el día 31 de agosto aprovechamos para visitar Badalona


Fuimos en metro, tuvimos que hacer trasbordo a la línea morada, y nos bajamos en parada Sant Roc, dos antes de la final Badalona. Después de tomar un café el camarero nos indico como llegar a la costa de Badalona, para llegar hasta aquí pasamos una zona de naves, todas con carteles en chino, en las estradas de las naves observamos muchos camiones y furgonetas, es un autentico Chinatown. Tras el polígono nos encontramos con las tres chimeneas, restos de una central térmica de San Adrián del Besos.


Después de pasar el puente sobre las vías llegamos al Paseo Marítimo de Badalona, el tiempo amenaza agua y la playa estaba vacía. Nos mojamos los pies en el Mediterráneo y caminamos descalzo hasta llegar al llamado puente del Petróleo, creo que se debe porque hasta aquí se acercaban los barcos petroleros para descargar el combustible.


Abandonamos la playa y seguimos por el Paseo Marítimo, nos encontramos con la estatua de Anís del Mono, la fábrica embotelladora está en Badalona. El mono tiene la cara de Darwin; al parecer los creacionistas: "Al hombre lo creo Dios a su imagen y semejanza" ridiculizaron a Darwin por su teoría evolucionista, "el hombre ha evolucionado de un simio". Como resultado de esta controversia los dueños de la marca Anís del Mono recogieron la caricatura que ya es famosa en el mundo entero, por cierto a mi me gusta más anís dulce que el seco, a veces me echo en el café unas "gotitas" como sustituto del azúcar.


Al mediodía, hora del vermut, entramos en el centro urbano, callejeamos hasta llegar al ayuntamiento. El reloj marca las dos menos diez, es hora de comer.

 Un día resulta insuficiente para conocer una ciudad de 225.000 habitantes, la cuarta de Cataluña en población, pero en día se pateando la ciudad se puede hacer una idea de la gente que la puebla, del palpitar de una ciudad tan cerca y tan diferente de Barcelona.


El misterio está en el aire;

En el aire y en el fuego;

En el fuego y en la luz;

En la luz y el pensamiento.

En la palabra y la idea;

En la voz y en el silencio;

En lo profundo del mar

Y en los abismos del cielo

El misterio está en su sitio;

Y de par en par abierto

A la claridad del sol,

A la oscuridad del tiempo.

Tiempo que distiende el alma

Desvelándola de sueño

Y hace que en el corazón

Del hombre, tiemble el misterio.

                                                                      JOSE BERGAMIN




No hay comentarios:

Publicar un comentario