Barcelona entre la montaña y el mar
En Barcelona el 20 de julio vimos la obra teatral "Tanden al pasado" en la que actuaba Vicky. El domingo 21 por la mañana le dimos una capa de pintura al piso, incluidas las puertas.
El día 21 es cumpleaños de Carmen; terminado el trabajo para celebrarlo fuimos a comer al restaurante marisquería Camarote, hace dos años cuando realizamos el traslado de Vicky también comimos en este lugar, me gusta volver a los sitios donde me han tratado bien. Después echamos una siesta quenos sirvió de descanso, a las seis de la tarde cogimos el metro para ir al Tibidabo. Por el camino nos encontramos con un submarino, modelo SA 51 regalo del ministerio de defensa a la ciudad de Barcelona. ¡En la proa se aprecia la parte delantera de un torpedo!
La subida al
Tibidabo lo realizamos en teleférico, a la entrada compramos una pulsera para seis atracciones. Me hizo ilusión volver después de sesenta años a este parque de atracciones. Primero nos montamos en la noria, desde la que se puede ver toda Barcelona. Carmen y Vicky se montaron en el avión mientras yo me acerque al museo de los autómatas, en las que pude admirar más de una cuarentena de piezas y la maqueta del Tibidabo con las atracciones que funcionaban hace sesenta años en el parque. La iglesia estaba cerrada, así es que no pude subir en el ascensor hasta el Sagrado Corazón. La noche se echo encima y desde la terraza vimos las luces de la ciudad que llegaban hasta los barcos del mar y que se mezclaban con los coches en movimiento. ¡Maravillosa panorámica!
Las mañanas del 22 y 23, mientras Vicky trabajaba, con Carmen fuimos a la playa del Bogatell, no estaba masificada, además las aguas estaban claras. Después de una marcheta por la orilla del mar el baño reparador para quitarnos el sudor. Es el primer baño del año en el Mediterráneo... A las tres a llegamos al piso en Trinitat Nova para comer con Vicky. Después de comer siesta y `por la tarde visita cultural.
El martes 23 por la tarde realizamos la visita al Palacio Güell. Con la ayuda de un auto guía, empezamos por el sótano, en su tiempo dedicado a cuadra para las caballerizas, destacan las gruesas columnas de ladrillo, después ascendemos hasta el vestíbulo y por una monumental escalera hasta la planta noble. En esta planta encontramos hasta diez salas en la que los señores Güell realizaron la vida social: sala de billar, de taller de pintura, de visitas, la planta superior dedicada a la vida privada de la familia: dormitorios, baño, sala de estudios para lo hijos y en la planta superior el desván y dormitorios de la servidumbre, por fin llegamos a la azotea, con magnificas vistas del centro de la ciudad. Si tengo que destacar una obra dentro del palacio es la cúpula que cubre el salón central y que me recuerda las realizada por Francesco Borromini, en San Carlos de las cuatro fuentes, en Roma
Para volver a casa fuimos paseando por las Ramblas hasta el puerto y llegamos a la estación de metro de la Barceloneta. El malecón estaba repleto de cantantes y paseantes, la brisa del mar hacia agradable el paseo de la tarde.
El miércoles 24 vuelta para Zaragoza, en nuestro coche y pasando una retención, estaban en obras en la Ronda de Dalt.
Noche estival
Es la noche luminosa,
Sólo la canción del grillo
Y una mudez bajo las olas.
Es una noche de verano
En la luz serena.
Un abeto, un pino
Un macizo de lilas
Y detrás de mí está el serbal
Y la fila de arces de tallos raquíticos
Ahora se rompe el silencio
Un último sonido
Como golpe de avispa
Cuando paz es como el día del cielo,
Como silencio entre abeto y pino.
Ahora solo la luz del faro, un verde farol de situación
En una bahía invisible con barcos oníricos
Nadando sin avanzar un ápice.
Noche sobre el silencio de la bahía
Sobre el camino estival entre los árboles,
Rumbo silencioso al país de viajes navales,
Y el discurso de la roca es como la bandeja apagada
Con algunas pétreas palabras ribereñas.
GUNNAR BJORLING