viernes, 14 de marzo de 2025

 Visita a la iglesia de Santa Isabel

Esta semana hemos estado en la iglesia de Santa Isabel ubicada en la plaza del Justicia de Zaragoza.


Con el Centro de Mayores Río Ebro, hemos ido veinte personas. En la puerta nos esperaba el guía, que nos ha explicado que la monumental fachada, en la hornacina superior se encuentra la talla de Santa Isabel, reina de Portugal e hija del rey aragonés Pedro III, más a bajo de la santa tenemos el escudo de las armas heráldicas de Aragón, a un lado San Cayetano, nombre con el que también se conoce esta iglesia y al otro san Andrés Avelino, ambos santos de las orden de los Teatinos, en la parte inferior la puerta, con arco de medio punto.


En el interior el retablo reproduce la fachada, con Santa Isabel en el centro, los santos teatinos a los lados y coronados por San Jorge, patrón de Aragón. Delante el altar, exento y a los lados dos puertas que dan acceso al coro que se encuentra detrás del retablo, en ambas paredes rejerías que se utilizaban cuando se realizaba ejercicios espirituales.



La iglesia consagrada en 1706 por la orden de los teatinos, es de estilo barroco italiano, se repite el diseño de la iglesia de san Cayetano en Madrid. San Cayetano es el patrón de la orden de los teatinos, cuyo arquitecto emblemático fue Guarini, a quien conocí cuando estudie la Capilla de la Sábana Santa, que se encuentra en el ábside de la catedral de Turín. De la abundante imaginería religiosa destaca la talla de San Cayetano con el niño, cuatro he contado en la iglesia, la de la fotografía esta atribuida al escultor aragonés José Ramírez de Arellano. Detrás la arqueta que contiene los restos de Juan de Lanuza, el mozo, Justicia de Aragón decapitado por orden de Felipe II. La plaza en la que se ubica la iglesia recibe su nombre en su honor. Al lado las rejerías y debajo un medallón en estuco blanco con nombres de benefactores de la iglesia.


La hermosa cúpula está sostenida por cuatro pilares, destacando las notables proporciones y el esbelto tambor que permite la iluminación natural de la iglesia. 
La visita siguió por los distintos altares de la iglesia, todos con bonitas imágenes, algunas de las que que utilizan en los pasos de Semana Santa. También me llamo la atención los dos órganos que tiene el templo. 
La visita finalizó con unas explicaciones del magnifico guía sobre la construcción dela iglesia.
 

Las palabras son cuevas en la velocidad,

Tienen agua secreta,

Sobre todo si surgen del pasado,

Como aquel coche rojo

Que subió la ladera

Y se detuvo bajo los castaños.

Yo no sé lo que pasa,

Pero dejaron de ladrar los perros

Y la tarde se hizo más extensa

Detrás el parabrisas;

Primero la ciudad,

Su pintura de torres, y de cúpulas

En la raya del campo,

Luego la mansedumbre violeta de la luz,

Después del infinito. 


                                              LUIS GARCIA MONTERO


 


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