jueves, 5 de abril de 2012

HASTA SIEMPRE NICOLAS

Esta semana ha fallecido Nicolas, el residente de Casa Amparo con el que convivía dos horas los martes. A Nicol, así lo llamaba yo, le gustaba pasear por las riberas del Ebro,

Una representación de la vida es mediante una llama, una llama que va consumiendo la vela, cuando la vela se agota la llama se apaga...
Así es que nuestras vidas son llamas, unas llamas que desprenden una luz pequeñita, que solo iluminan a las velas que tenemos a nuestro alrededor.
Cada llama desprende una luz propia y diferente. A mi la "llama" de Nicol me ha enseñado su amor a Zaragoza, él me decía una y otra vez: "como Zaragoza ninguna", y eso que he vivido en muchas ciudades, incluida Barcelona, pero ¡como Zaragoza ninguna!

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