Ganador del concurso de Cartas de Amor.

Como todos los años por san Valentin, día de los enamorados, se ha celebrado el concurso de cartas de amor en la Residencia Casa Amparo de Zaragoza.

Este año se celebraba el VII, el primer premio era 200 euros, trofeo y una flor natural... y yo he resultado ganador.

 Dos son las modalidades del concurso: Modalidad A, para residentes de Casa Amparo, socios de centros de Convivencia de mayores del Ayuntamiento de Zaragoza y usuarios de prestaciones domiciliarias del Ayuntamiento de Zaragoza. Modalidad B: Trabajadores del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, voluntarios que presten servicio en la Casa Amparo... En un acto celebrado en el teatro de Casa Amparo se celebró la entrega de premios.

El día quince, en Aragón Radio, participe en el programa "esta es la nuestra" que dirige Javier de Sola, conjuntamente con Chus, que obtuvo el segundo premio, los dos leímos las cartas ganadoras... la suya es una carta de amor de un enfermo de alzheimer a su cuidador: me puso la carne de gallina.

Por la tarde, lo celebramos con Oscar, el residente que sacó lo martes por la tarde. Osar es un argentino que padece la minusvalía de la vista... también estaban con nosotros los compañeros voluntarios: Miguel Angel, José, Manolo, José Manuel y Julio.

14 de febrero de 2016

Mi querida amiga H:

Soy un residente de la tercera planta y hace tiempo que quería escribirte para expresarte mis sentimientos, seguramente te extrañara lo que te voy a decir, pues hasta ahora no he hablado contigo.

Desde el primer día que te vi me enamore de tu figura elegante, de tu precioso cuerpo, de tus cabellos blancos, que me recuerda la blanca nieve que pisaba de niño y tu delicada sonrisa. Me gusta tu nobleza de corazón.

Dentro de mí en mi corazón brota una pequeña flor que va creciendo cada día que pasa. En el silencio de mi cuarto esta flor es mi consuelo.

Cada semana espero ansioso que llegue el martes, para estar junto a ti, sin que tu lo sepas, y cuando te oigo hablar guardo un profundo silencio y te escucho atento como si hablaras conmigo, siempre estoy en la mesa de al lado, tu cercanía me produce un encantamiento y tu dulce voz me hacen olvidar las amargas horas que paso en melancólica soledad.

En tus pequeños ojos verdes veo reflejado el inmenso  mar que me producen una inmensa alegría que me ayuda a superar la espera hasta la próxima semana cuando el voluntario que deja aparcada mi silla, mientras se toma un café, sin que tú te apercibas, pues a petición mía siempre me deja en la mesa de al lado.

En mi imaginación veo un futuro juntos con una nueva vida, sé que solo es una ilusión, pero este amor que siento por ti me da fuerza para seguir viviendo, para soportar la soledad y el miedo.

Espero que al expresarte mis sentimientos más profundos no te haya molestado y me gustaría ser  correspondido y si no así al menos déjame seguir oyendo tu voz y mirarte cada martes ya que no puedo vivir sin ello.

Me despido dándote las gracias por ser como eres, por haber provocado en mi un amor tan grande capaz de superar el sufrimiento y la soledad.

ANTONIO OTO GROS