martes, 5 de abril de 2016

Exposición de Viola en el Palacio de Sástago


El grupo "cafecicos" nos hemos acercado al Palacio de Sástago a ver la exposición de Manuel Viola. Emilio nos comentó que coincidió con Viola, estando de cocinero en el Hotel París, Viola permaneció en el Hotel mientras se realizaba el traslado del Palacio de la Infanta desde París a su actual emplazamiento... y siempre tenía el cigarro en la boca.

 

Manuel Viola formo parte, junto a los aragoneses Saura y Serrano del grupo "el Paso", el grupo más importante de artistas tras la guerra civil, un grupo de vanguardia que se significó por su ruptura y compromiso de lucha contra el régimen establecido.


De las más de cien obras que consta la exposición el "arlequin con gallo" es una de las que más nos ha gustado, a mi recuerda a la época rosa de Picasso, en el que arlequines y saltimbanquis eran temas frecuentes en los cuadros del genial pintor malagueño.


Otro cuadro que nos ha llamado la atención es el collage dedicado al Che Guevara,.. como reza en una de sus frases expuestas en la exposición: "El objetivo final del arte es mostrar los pensamientos íntimos del hombre".


La isla de los muertos es el cuadro más fascinante de la exposición, es un tributo al pintor simbolista Arnold Bocklin... Emilio, Pilar,Carmen y yo parece que formamos parte de la magia y el misterio que envuelve la sala y de la que forma parte la obra "ventolera".
La mañana termino viendo la iglesia de la Manteria... pero esa es otra historia.

No quisiera morir

No quisiera morir

sin haber conocido
los monos del Brasil
que duermen sin soñar.

Los zorros de Moscú
Devorando el jardín,

las arañas de plata
de seda y de rubí
no quisiera morir
sin saber si la luna
con su falso aire de moneda
tiene un lado puntiagudo
si el sol está frío
si las cuatro estaciones
cabe tres primaveras
sin haber paseado
vestido de mujer
por un gran bulevar
sin haber penetrado,
en una alcantarilla
sin haber puesto el sexo
en rincones extraños
no quisiera morir
sin conocer la lepra
ni cualquier enfermedad
que nos hace sufrir.
El contagio del mal

O el contagio del bien
Si se entrenan en mí.

Me echaría a reír,
y también, cómo no,
lo que ya conocí
el fondo verde del mar
donde bailan un vals

El pulpo y el delfín
Y la hierba de abril
Y el olor a resina
Y el perfume en la piel,


Mi amante, mi heroína

Mi peluche cruel,
Mi eterno manantial
no quisiera morir
antes de haber agotado

mis labios en sus labios,
su cuerpo con mis manos
el resto con mis ojos
ya no digo más es mejor
no ser irreverente
no quisiera morir
sin que hayan inventado
las rosas eternas
la jornada de dos horas
el mar en la montaña
la montaña en el mar
el fin del dolor
los diarios en color
la alegría de los niños
y tantas cosas más
que duermen en los cráneos
de geniales ingenieros
de jardineros joviales
de inquietos socialistas
de urbanos urbanistas
y de pensativos pensadores
tantas cosas que ver
que ver y que oír
tanto tiempo esperando
buscando en la oscuridad
Y ya veo el final
que bulle y que se acerca hacia mí
que me quiere besar
con besos de marfil,
que me quiere llevar

No quisiera morir
no señor no señora
sin dejar de probar
el sabor que me atormenta,
a la gélida novia

La de gusto más fuerte,

El sabor que me agobia.

no quisiera morir
antes de haber probado
el sabor de la muerte



BORIS VIAN

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