11 de marzo en Robres

11M es día de luto en España, éste año se cumple el decimotercer aniversario del brutal atentado que acabo con la vida de doscientas personas en Madrid... yo lo he pasado en Robres.

A las once fui al campo a disfrutar de la tranquilad en la naturaleza, me encanta mirar la flor del almendro que anuncia la llegada de la primavera.

Sobre la una había quedado con Ángel para ir al cementerio y llevar las flores al nicho de Miguel, nuestro amigo que falleció hace 25 años ... todos tenemos un calendario personal y desde el día que Miguel nos dejo no hemos faltado ni una sola vez en llevarle flores, porque mientras le recordemos Miguel no morirá.

A las dos y media comida familiar en casa de la prima Pilarin, que con mi hermana Asún fueron las cocineras de un rancho para treinta personas, celebramos el cumple de Angela, Cecilio y Emilio... yo comí el rancho para cenar, ya que tuve que llevar a Viky al carnaval de Robres.

Por la noche carnaval, en el salón del pueblo. La peña de mis hijas volvieron a ganar el concurso de disfraces: Sandra de bola blanca, la 14 Ainoa, 1 es Tamara, 2 Celia, 6 Ana Torres 3 Patricia, 8 Ana Espallargas, las que no se les ve el número Viky, Adela e Isa y además Laura aguantando el taco de billar a punto de comenzar la partida.

La poesía es una silla.

Donde sentarme frente al crepúsculo,

Una pistola con las cachas

 de marfil y un cañón único.

La poesía es entreabrir

Los ojos, dejar los brazos

Caídos como dos mangas

Vacías. Es, sin embargo…

La poesía es este lápiz

Violeta, y esa chiquilla

Que vende flores encarnada.

¿Eso será la poesía?

La poesía es un cartel

Clandestino, una proclama

Contra todo. Es un estado

De excepción dentro del alma.

La poesía es esa silla

Donde sentarme ante el poniente.

Una pistola con las cachas

De marfil, y un tiro alegre.

BLAS DE OTERO