En el estudio de Ignacio Mayayo

El sábado 16 de junio visitamos con la Asociación de mujeres Latinoamericanas en Zaragoza el estudio del pintor zaragozano Ignacio Mayayo

Ignacio Mayayo accedió a mostrarnos el estudio donde trabaja, así como algunas de sus obras realizadas que guarda en su estudio... ha sido una gozada el poder conocer de viva voz la visión de un creador así como descubrir la sencillez con que se expresa. Mayayo es un pintor que se aleja de esa concepción de artista caprichoso y egocéntrico que suele a acompañar a los artistas consagrados.

Junto a las obras están los materiales, los pinceles y los distintos óleos y aceites que emplea para realizar sus pobras... en las más de dos horas que hemos compartido con Ignacio nos ha transmitido su forma de trabajar lenta y meticulosa, pasando horas y horas en su taller.

Ignacio Mayayo domina diversas técnicas de pintar, incluso la acuarela, como nos muestra en esta obra recientemente terminada... además de la técnica Ignacio Mayayo también nos ha hablado de los "grandes maestros" de la pintura por los que siente admiración: Rubens, Turner, Caravaggio, Velázquez, Goya, Sorolla, Degás  y también nos ha dado su opinión sobre los actuales: Antonio López, la monja Isabel Guerra, que pinta sobre fotografía y que su técnica es pintar con espátula y no con pincel.

Ignacio Mayayo combina la pintura con las clases que imparte como profesor en la Escuela de Bellas Artes en Zaragoza. Y piensa que la buena pintura se está perdiendo, que la Primera Guerra Mundial destruyo el arte y los nuevos movimientos vanguardistas que surgieron después como el dadaísmo no son pintores sino que utilizan la pintura como medio de expresión de sus sentimientos pero sin conocer las técnicas pictóricas de los grandes maestros.

La visita al estudio del pinto Ignacio Mayayo es el colofón al curso de arte que ha dirigido Mónica Diaz que ha organizado junto con la Asociación INARU, Asociación de Mujeres Latinoamericanas en Zaragoza. 

A GOYA

Poderoso visionario

raro ingenio temerario

por ti enciendo mi incensario

Por ti, cuya gran paleta

caprichosa, brusca, inquieta,

debe amar todo poeta:

por tus lóbregas visiones,

tus blancas irradiaciones

tus negros y bermellones,

por tus colores dantescos,

por tus majos pintorescos,

y la gloria de tus frescos

Tu loca mano dibuja

la silueta de la bruja

que en la sombra se arrebuja.

Y aprende una abracadabra

del diablo patas de cabra

que hace una mueca macabra.

Musa soberbia y confusa,

ángel, espectro, medusa,

tal aparece tu musa.

Tu pincel asombra, hechiza,

ya en sus claros electriza,

ya en tus sombras sinfoniza

En tu claroscuro brilla

la luz muerta y amarilla

de la horrenda pesadilla.

Tu caprichosa alegría

mezclaba la luz del día

con la noche oscura y fría:

Así es de ver y admirar

tu  misteriosa y sin par

pintura crepuscular.

De lo que da testimonio:

por tus frescos, San Antonio;

por tus brujas, el demonio

.

RUBEN DARIO