martes, 12 de junio de 2018

Hasta luego IES y pueblo de Hijar 


Esta semana ha terminado mi trabajo de profesor en el IES Laín Entralgo Hijar.


Todas las mañana, antes de empezar las clases los compañeros de coche tomábamos café en el bar el volante, en la Avenida del Carmen y junto a un arco franqueado por un bonito escudo de Hijar. Este primer café del día sirve de preparación para la jornada lectiva que va a comenzar.


El último día de  mayo para despedir el mes los profes celebramos una comida en la peña "El Chamizo", local que pertenece a Pilar Huerto, de Robres y su marido Alejandro de Hijar... junto a mi está Antonio, llegado desde Jaén, Alejandro de pie, Javier proveniente de Asturias, Pilar. En frente mía Gema, valenciana que vino acompañada de su bebe, Mai, profe de inglés, Rubén, compañero de departamento de Historia y Geografía, Pili y Pilar Huerto y al final Ascen, con quien todas las mañanas compartíamos coche. El menú carne asada regada con buen vino y todo en perfecta armonía, y por la tarde a "pajarear" por el pueblo.


Entre clase y clase, solo dos diarias, he tenido tiempo para conocer bien ésta bonita localidad. De entre las singularidades de Hijar destacaría "las capillas abiertas" que te las puedes encontrar en cualquier plaza o calle, la que más me ha llamado mi atención es la de Nuestra Señora de los Arcos, en la fachada de la izquierda se asoma un gato que está pintado sobre una ventana. 
En el pueblo destacan varias casas como la del cura, llamada de la Abadía, donde se ha trasladado provisionalmente el ayuntamiento. En Hijar nació Martín Batista Lanuza, que fue Justicia de Aragón, y que tiene un busto delante de la facha de su casa. También existe una sinagoga, que no pude visitar por encontrarse en obras

 La carretera que conduce a Zaragoza esta franqueada por dos lomas en cuyas cimas encontramos dos ermitas, una frente al colegio, dedicada ala Virgen del Carmen, destaca por sus pinturas. En el lado izquierdo la ermita esta dedicada a Santa Catalina, más pequeña y que tiene la particularidad que está habitada por una monja ermitaña, la que muy amablemente me enseño el recinto así como el pequeño habitáculo en el que hace su vida. 









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