jueves, 23 de abril de 2020

40 días de cuarentena

Hoy es 23 de abril, el día del libro y hoy se cumplen cuarenta días sin salir de casa.


Hoy no podemos salir al Paseo de la Independencia a comprar libros, a escuchar música, a saludar a mis amigos libreros, propietarios de pequeñas librerías que aprovechaban San Jorge para hacer buenas ventas de libros. Espero puedan superar la crisis económica que están sufriendo.
Esta semana he empezado a leer el libro "Juego de manos" de Juan Goytisolo, una edición de 1977 de la colección destino libro, como no puedo salir a comprar nuevos estoy revisando mis viejos libros.


¡En los hospitales la lucha continua! Isa trabajando con su traje anti contagio, para ayudar a recuperarse a los enfermos. Isabel nos cuenta que el número de enfermos en el hospital está bajando, la tendencia ha cambiado, el número de muertes diario se ha reducido a la mitad y los dos hospitales de Campaña que se habían preparado en Zaragoza, uno en la Feria de Muestras y otro en la Sala Multiusos del Auditorio no han hecho falta emplearlos.



Además de leer y ver películas, termino de ver el cartero y Pablo Neruda, en casa hemos adaptado el salón a las nuevas circunstancias, ahora es también gimnasio... Con Viky empezamos hacer gimnasia a las nueve de la mañana, seguimos el programa "Muévete en Casa" en la 2 de televisión española. A las doce, con Carmen practicamos chicum, nos viene bien para relajarnos y estirar los músculos. Por la tarde seguimos gimnasia de Patry Jordan... 


También hoy 23 de abril celebramos el día de Aragón,y a este dragón lo vamos a ganar. Hoy echamos de menos salir de casa para ver a mi hermana Asún, a la abuela Victoria, al resto de la familia y a los amigos... Este lunes ya saldrán los chicos, espero que pronto nos toque a los mayores.

Mi cuarto esta lleno de libros,
son todos mis conocidos.
Algunos de ellos son unos sabios.
Algunos huelen al enebro de mi tierra.
Y algunos me traen el hedor del océano muerto.
¡Oh como soporta el papel todo esto!
Algunos son unos trabajadores.
Bregando duro.
Vierten las lágrimas a sus lectores.
Algunos no saben nada y no entienden
Que el sol tiene conciencia.
Algunos están llenos de cuentos sombríos,
algunos son predicadores y charlatanes,
algunos son unos restos mortales,
algunos son raudales implacables y ríos.
Y otros son sus puentes que pueden llevarte a la orilla.
¡Hay tantos libros en ésta habitación mía!
Alguno son como un trago de vino.
Algunos son de leche del camello.
Se derriten en la mano del invitado.
Pero con un consejo pueden enderezar tu camino.
No puedo medir, ni imaginar su fuerza.
Tal vez cien mil caballos están allí escondidos. 
Vertiendo al mundo su amor y su odio.
Su alegría y su duelo...
Pero cuando sueño, a menudo solo un libro veo,
Que se está escribiendo por lo ángeles en el cielo.

TYNYSHTYKBEK  ABDIKAKIMULY








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