miércoles, 15 de abril de 2020

La Pandemía no se termina


Llevamos más de un mes aislados. 130.000 muertos en el mundo, 18.300 en España y 500 en Aragón, y la Pandemía no se termina.


Amelía Arias, cumplió el pasado 3 de marzo 98 años y la semana pasada se nos fue para siempre. A "Meli" como la lamamos la conocí a través de su hija Pilar, compañera de trabajo durante veinte años. Pero fue hace tres años cuando más relación tuve con ella, fui a visitarla varias veces a la Residencia en la que se encontraba. En esas visitas me contó su vida: "Nací en Miranda de Ebro, tuve una dura infancia de posguerra, más tarde me casé y nos fuimos con mi marido a la Argentina, al poco tiempo volvimos a España y a mi marido le salió trabajo en Zaragoza, así es que nos vinimos a vivir aquí, después nació mi Mari Pili, así es como llamo a mi hija, pasado el tiempo murió el marido y tuvimos que salir adelante y luego... " La eterna sonrisa, nunca tuvo una mala palabra contra nadie, y además nuestra relación se fue reforzada cuando mi hermana Asún, que trabajó en servicios a domicilio, estuvo una temporada yendo  su casa Melí estuvo en nuestra boda y ahora nos la ha quitado el maldito  COVID-19. ¡Hasta siempre Meli, nunca te olvidaremos!.


Y mientras la vida sigue, cada día nuevas muertes van aumentando la fatídica cifra, algunas de estas personas pasan por el hospital donde está Isabel trabajando, sigue en el Clínico, haciendo sustituciones de compañeras infectadas, porque también mueren sanitarios infectados.
 En casa esta aislada, cuando vuelve del trabajo se encierra en su habitación, donde hace la vida: comer, dormir, gimnasia, ordenador, además la ropa se lava aparte y tiene un baño para ella sola. Como dice una amiga es ¡nuestro ángel de la guarda!


A las ocho de la tarde, como en el resto del país, salimos al balcón a aplaudir, con éste simple hecho reconocemos la labor de los sanitarios: médicos, enferm@s, auxiliares, celadores y personal de limpieza que trabajan en hospitales y centros de salud... Además nos comunicamos con los vecinos de la casa de enfrente, a los que no conocemos, pero con los que nos une el mismo sentimiento... Tras  los aplausos vienen las  interpretaciones musicales de los vecinos del primero, ahora ya son dos las melodías que interpretan, la primera seria y la segunda charanguera, ayer interpretaron el himno del Zaragoza, algún vecino hasta saco una bufanda futbolera.


  Mientras tanto yo aquí estoy confinado en casa, leyendo, ahora estoy con libro "Bandoleros aragoneses" de José Antonio Adel y Celedonia Garcia, ex compañero del Instituto de Fuentes. También hago gimnasia, hay que cambiar grasa por musculo y veo pelis, algunas las había visto por primera vez cuando tenía diez años: Espartaco, Tarzán, los Miserables. Además con Carmen vemos la serie los Soprano... Todo esto no me quita la preocupación y cierto miedo, cuando trabajando Isabel, a veces sin querer se me van los pensamientos al hospital.

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