domingo, 30 de enero de 2022

 Nonaspe pueblo entre dos ríos

Esta semana hemos estado en la localidad de Nonaspe, población distante a 145 kilómetros de Zaragoza Capital.


Con parada en Caspe pare recoger a nuestra amiga Carmen que pertenece a la Asociación Matarraña Auténtico, que es quien organiza la marcha, partimos  las diez de la mañana desde la ermita de la Virgen de las Dos Aguas. Enseguida vadeamos el río Algás, afluente del Matarraña. La mañana esta fresquita, cinco grados bajo cero, gracias al sol que lucía la marcha se hizo agradable.


Andando por la senda de la punta alta llegamos al mirador del Algás, al fondo se divisa Nonaspe, la vegetación de matas de esparto y pinos de replantación... Además de las "Carmenes" nos acompañaba Pili, que viajó con nosotros desde Zaragoza.


Bajamos por la cara sur, por la senda d`els Familiars, nos encontramos con campos de olivos que se plantan en las laderas. Sobre la una y media llegamos al final, la organización había preparado bocadillos de longaniza, latas de coca cola y de agua y magdalenas de Caspe. Comimos junto a la ermita, con vino que llevaba en el coche.


Después de comer dimos una vuelta por el pueblo y tomamos un café, las calles perfectamente asfaltadas y casas señoriales nos llevaron hasta la iglesia, dedicada a San Bartolomé, patrón de la ciudad. La iglesia de estilo gótico, salvo la torre que es de construcción más reciente. No pudimos pasar al interior. En la plaza de la iglesia una cruz sobre un zócalo sirvió para descansar un rato.

De vuelta a casa paramos en Caspe y contemplamos el atardecer desde el mar de Aragón...


Adiós, amigo mío, adiós

tú estás en mi corazón.

Una separación predestinada

promete un encuentro futuro.

Adiós, amigo mío,

sin estrechar la mano ni palabra

no te entristezcas y ninguna

melancolía sobre las cejas

morir en esta vida no es nuevo,

pero tampoco es nuevo el vivir

SERGIO ESENIN

  

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