miércoles, 22 de mayo de 2024

 De Apies al pantano de Montearagón

El sábado 18 con Concha y Jesús realizamos una marcha desde Apies, pedanía de Huesca hasta el pantano de Montearagón. 


A las nueve aparcamos el coche junto a la iglesia de Apiés, cerca esta el lavadero. Empezamos la marcha por camino pedregoso, pronto pasamos junto a las ruinas de Lienas, pueblo abandonado. En la marguen flores de aliagas y  linos y detrás campos de olivos y almendros, al fondo el salto del Roldan y las peñas de San Miguel y Amán, más a la derecha, con forma de tortuga y nubes agarradas en su cima la peña del Mediodía. 


Siguiendo el camino nos encontramos con una zona de carrascas, otro nombre que recibe es de encina. Me viene a la memoria la carrasca de Lecina, declarado árbol europeo de 2021, tiene 28 metros de diámetro de su copa y altura de 16,50 metros; he leído que en algún invierno se llegó a recolectar hasta 600 kilos de bellotas. Después de echar unas fotografías seguimos nuestra marcha.


Pasadas dos horas llegamos hasta el pantano de Montearagón, las aguas recorren dos barrancos, de Lienas y Fornillos, son dos pequeños fiordos... sentados hacemos el avituallamiento, mientras pasan excursionistas, Concha y Jesús los saludan, los conocen, le pregunto si es el anterior alcalde Luis Felipe, me comenta que es su hermano gemelo, antiguo compañero de estudios. 


Por fin llegamos al Púlpito de Montearagón, lengua de tierra que se adentra en el pantano, que por cierto se termino de construir en 1996 y no se utiliza porque falta la tubería. Se aprecia la presa que embalsa el agua y al fondo una mancha oscura es el castillo de Montearagón. Son las doce y empieza apretar la calor, así que vuelta a Apies. 

Por el camino de vuelta nos ponemos al día de nuestras cosas, hace tiempo que no nos veíamos y prometemos volvernos a juntar antes del verano.

Las hojas de este árbol, que del Oriente

a mi jardín venido, lo adorna ahora,

un arcano sentido tienen, que al sabio

de reflexión le brindan materia obvia.

¿Será este árbol extraño algún ser vivo

que un día en dos mitades se dividiera?

¿O dos seres que tanto se comprendieron,

que fundirse en un solo ser decidieran?

la clave de este enigma tan inquietante

yo dentro de mi mismo creo haberla hallado:

¿no adivinas tu mismo, por mis canciones,

que soy sencillo y doble como este árbol?

                                                                     GOETHE




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