Lourdes Fajo recitando a Neruda
En el Centro Cultural Rio Ebro, ayer 29 de abril, Carmen y yo estuvimos oyendo recitar a Lourdes poemas de Pablo Neruda.Con el título "Hombres con Calle" la Asociación Literaria Rey Fernando de Aragón, constituida en el barrio zaragozano del ACTUR, ha organizado un ciclo para dar a conocer la vida y obra de los poetas que componen el callejero del barrio.
La imagen de Neruda como telón de fondo y sentada en una mesa Lourdes fue leyendo poesías de las obras de Neruda: Confieso que he vivido, Memorial de Isla Negra, Cantos Ceremoniales, Canto General, los versos del capitán... junto al recitar Lourdes iba intercalando comentarios personales, como la lectura que realizó en verano pasado en Amberes o la impresión que le iban causando la lectura en cada momento.
En la mesa junto a Lourdes estaban a la derecha su hija Elena y a la izquierda Amparo Sanz Abenia, poetisa y directora de la Fundación Literaria organizadora del acto... delante, a modo de presentación una barrera con volúmenes editados de la extensa obra nerudiana.
Hasta llegar al Centro Rio Ebro he partido de mi casa en la calle León Felipe, después paso por Flora Tristan, atravieso la de Rafael Albeti y Jorge Manrique,seguidamente cruzo Pablo Neruda y sigo por Idelfonso Manuel Gil y Blas de Otero hasta Alberto Duce.
Del libro "Confieso que he vivido" he extraído algunos comentarios autobiográficos:
- Debía desconfiar de la inspiración, la razón debía guiarme paso a paso por los pequeños senderos.
- Se mezcló la política en mi poesía y en mi vida, no era posible cerrar la puerta al amor, a la vida, a la alegría o a la tristeza en mi corazón de joven poeta.
- He realizado mi ambición de una poesía que englobaba no sólo al hombre sino a la naturaleza, una poesía que se enfrentara con el gran misterio del universo y también con las posibilidades del hombre.
- Las ciudades de mala reputación atraen como mujeres
venenosas, Shangai abría su boca nocturna para nosotros, provincianos del
mundo, pasajeros de tercera clase con poco dinero y una curiosidad triste; así
recorrimos siete de los sitios de perdición donde lo único que se perdía era
nuestro tiempo.
- Me conmueve que en el diario del Che Guevara sea yo el
único joven citado por el gran jefe guerrillero; Che leyó muchas veces mi
“Canto General” a los primeros humildes y gloriosos barbudos de Sierra Maestra.
- La multitud humana ha sido para mí la lección de mi vida,
soy parte esencial de la mayoría, soy una hoja más del gran árbol humano.
ME GUSTAS CUANDO CALLAS
ME
gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como
todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me
gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame
que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me
gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
PABLO NERUDA