lunes, 8 de diciembre de 2014

Antonio Oto Capistros, mi padre

El día 6 de diciembre, papá hubiera cumplido 87 años.
Hijos de Cayetano y Áurea, de casa Remundo, vivía en una pequeña casa de la calle Ramón y Cajal, que va de la carretera al Plegadero...en 1935 le realizaron la fotografía de escuela, situada donde hoy se encuentra el centro del jubilado, un año después 1936, estalló la guerra civil...la fotografía la llevó el abuelo cayetano en un bolsillo delante del corazón...
Terminada la guerra, papá se puso de redaban con el abuelo que estaba de pastor en casa de Rosa. A los 21 años fue al servicio militar, estuvo destinado en Guadalaja... a punto de licenciarse, 1951 corresponde la fotografía que mando a los padres, en ella escribió la procedencia de los tres compañeros que le acompañan: Albacete, Soria y Cabanillas...
Luego la boda, mamá dejo Barcelona para venir al pueblo... me comentó papá que su "viaje de novios" fueron dos noche en Almudebar, en casa de Castaneta, que había coincidido con él en la mili.
Después vinieron los hijos: Toñin y Asún, ... papá tuvo varios oficios en Robres: peón de arbañil, pica pedrero, granjero de pollos... pero el que más le gustaba era el de pastor
En los años 70 llegó la crisis de la agricultura, como consecuencia la emigración del pueblo a Zaragoza.

Nació mi hijo, yo lloraba más que él, 
cuando en el parto se mezclaron el dolor el pánico, el placer.
Lo vi salir como un reflejo de mí mismo
nada comparable en este mundo,eso es lo más bonito. 
Es como un sueño perfecto hecho realidad, 
miro los ojos de mi niño y se me van todos los males y más. 
Ya lo entenderás yo compito conmigo mismo, 
la misión es no fallarme y no fallar a los míos.
En el camino millones de ilusiones en el borde 
la vida es un freestyle no entiendo de calculadoras brother. 
Me enamore de algunos ojos, unas cuantas bocas
alguna que otra lengua pero de muy pocos corazones.
Infinito peso, siento por esto y esa es la clave. 
Un buen padre vale más que 100 maestros. 
El fin de la vida no es competir a toda costa, 
es conseguir que tu familia de ti, se sienta orgullosa. 
Es un legado, estuve dentro de ti adivinando tanto, 
por eso se casi cuándo me estás pensando. 
Majaderico y sincero y no me pienso frenar, 
como los besos que se dan sin pensar.

Qué maravilla cuando todo fluye, 
cuando la vergüenza a huye y el placer la sustituye. 
Mas risa menos estrés, más vivir menos pensar, 

más placer menos sufrir, todo tiene su final...
SHOTTA

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