Mi vida en el Seminario de Huesca

En setiembre de 1965 ingrese en el Seminario Conciliar de la Santa Cruz de Huesca. Tenía diez años y mis padres me mandaron interno a estudiar; dejaba el pueblo y empezaba una nueva vida

Al exterior un edificio hermético con una gran puerta principal por la que se accedía al edificio; en el lado izquierdo se situaban ventanas cuadradas que dejaban pasar la luz a las camarillas, pequeñas habitaciones dormitorio, sin puerta; al lado derecho la iglesia que le daba su nombre al Seminario: La Santa Cruz...En el Seminario estuve hasta 1970, cuando salí tenía los quince años...de mi paso por él me quedan los entrañables recuerdos de juventud compartidos con compañeros de clase y  los profesores, todos sacerdotes. Recuerdo al que fue mi confesor personal,  Don Manuel Barrio, que después de dejar el Seminario paso a ser párroco de San Pedro el Viejo y al que he visto en varias ocasiones..

En el interior la vida giraba en torno al claustro cerrado al que daban las puertas de las clases, el latín la más frecuente, y las de estudio, ha pasado cincuenta años y aún recuerdo el abeto que ocupaba el centro del claustro y que a mi me parecía gigante, el día se completaca con los tiempos para la meditación, las misas y los rosarios...El recreo era el único tiempo que se permitía un poco de bullicio, en el patio jugábamos al fútbol, baloncesto, balonmano, a veces se organizaban torneos entre los distintos cursos. Las salidas eran las tarde del sábado, de paseo por los alrededores de Huesca y los domingos al cine de Salesianos.

Los primeros amigos: Mariano Sagardoy, que vino conmigo de Robres, era mi amigo inseparable. Mariano hace cinco años que nos dejó. También estaba Javier Alcubierre, de Lanaja, se fue en tercero y delante, junto a mi está José Antonio Atarés de Albalatillo, lo volví a ver hace unos años me comentó que había fallecido su madre y que estaba de médico en Tarragona...El Seminario me dio la oportunidad de entablar amistad con chicos de otros pueblos, de Robres estábamos: los hermanos Olivan, Goyo en teología,y Pedro en filosofía, también Sergio Moreu y en latín humanidades, que eran los cuatro primeros años: Toñin de Barbero, Mariano y yo, hasta un total 178 seminaristas...

Para conocer la Historia del Seminario de Huesca he leído el libro realizado por Antonio Duran Gudiol, gracias a él me he informado de los distintos avatares del Seminario desde su fundación, en 1580 como colegio mayor, situado junto a la Universidad en la Plaza Sertoriana, pasando por la revolución francesa 1792, que trajo al exilio 150 sacerdotes franceses que se instalaron el Seminario. También se da cuenta del primer cierre, en 1836 debido a la desaparición de los diezmos y a la Desamortización. El paso de Colegio a Seminario Conciliar, el segundo cierre en la Guerra Civil y por último su paso a Instituto de Enseñanza Media y su cierre definitivo. El edificio hoy se encuentra deshabitado en espera de una utilidad.

 LOS OJOS

Negros o azules, amados todos, todos ellos,

¿Cuántos ojos que han visto la aurora duermen hoy en el fondo de la tumba mientras el son continúa su carrera!

¡Cuántos ojos se han extasiado contemplado la noche, más dulce que el día!. Y las estrellas siguen brillando, pero los ojos se han cubierto de sombra.

¡Oh, no, no! ¡No es posible que hayan perdido la mirada!. Si dudase han vuelto hacia otro lado para contemplar eso que llamamos invisible;

Y así como los astros al ponerse, aunque nos abandonen, siguen estando en el cielo, las pupilas tienen también su ocaso, pero no es cierto que se mueran.

Negros o azules, amados todos, todos bellos, esos ojos que cerramos, abiertos hoy a alguna aurora inmensa, continúan viendo desde el otro lado de la tumba.

SULLI PRUDHOMME