In memoria de Francisco
De vuelta a Zaragoza, pasado el mes de agosto me reintegro a mi labor de voluntariado a Casa Amparo y me entero de la triste noticia del fallecimiento de Francisco, el residente que sacaba los jueves.
En marzo fallecido Carmina, en agosto Francisco. En 2008, en mi comienzo de voluntario fue Nicolás, fue la primera persona, con él estuve cinco años, después Oscar, hasta la pandemia, que se lo llevo. En estos dos últimos años han sido dos personas encantadoras las que he conocido y nos han dejado... La fotografía nos la realizo un fotógrafo callejero situado en la confluencia de Plaza del Pilar y calle Alfonso, en breve espacio de tiempo con la fotografía realiza la portada del periódico de "famosos filmados en Zaragoza".

En mis conversaciones con Francisco me conto que había nacido en la calle Galo Ponte, en 1945, ésta calle, ahora en obras tiene en su lado derecho la pared de la Audiencia, la de la puerta de los gigantes, en aquella época tenia rincones sórdidos, bares de putas, aún estaban hasta los años 1990. Su casa estaba junto a uno de ellos. "Al salir del colegio nos reuníamos los amigos para ver a las chicas de los bares". También me comento que fue al colegio de los Escolapios, "había dos puertas para entrar, la de los chicos pobres y la de los ricos" y jugábamos en las murallas, delante del Mercado Central, a veces para merendar a una caña le añadíamos un clavo para coger naranjas que se guardaban en la parte subterránea del mercado, donde están situadas las cámaras frigoríficas".

Terminada la etapa escolar el primer trabajo de Paco fue de camarero en la cafetería restaurante Savoy, lugar al que iba la gente de bien económica de Zaragoza, el edificio situado en el Coso, 42 cerró en 2004, comprando el edificio Caixabank, en la actualidad, se puede admirar la espléndida fachada modernista. Del Saboy paso a la cocina del hotel Restaurante Alsonfo I, en el número uno de la calle Alfonso. De aquí se marcho a Canarias, donde se caso y pasado el tiempo se separo y volvió a Zaragoza, hasta que se jubilo y entró en Casa Amparo donde le conocí.
La afición a la lectura me unía a Francisco, en la bolsa detrás de su silla de ruedas siempre llevaba un libro, me comentaba como le parecía el libro. A veces nos intercambiábamos libros, el último libre que le lleve fue de
Ágata Christie, Francisco me dejo la
Aviación en la Guerra Civil en Aragón, escrito por el comandante del Ejército del aire, José J. Arilla Herrero, en el libro recoge los partes de las salidas de los aviones de ambos bandos en Aragón: los aviones italianos de "los nacionales" y los republicanos, en su mayoría salían del aeródromo situado en Albalatillo. Me ha resultado interesante comprobar las fechas en que los aviones fascistas dejaron caer sus bombas sobre Robres y poblaciones cercanas.
Siempre recodare a Francisco como una persona amable y sabía, de las que te hacen ser mejor persona, la que daba gusto escuchar. ¡Que la tierra te sea leve!
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