sábado, 27 de septiembre de 2025

 Una tarde en el Museo Arqueológico Nacional

Los días 24 al 26 hemos estado en Madrid, acompañando a Vicky en su segundo examen de oposición.


Fue la tarde del jueves 25 cuando visitamos el Arqueológico Nacional, nos llevamos una sorpresa con las dos exposiciones temporales, una dedicada a los cascos celtiberos, encontrados en Aranda de Moncayo, Zaragoza, que se han prestado mientras duren las obras del Museo Provincial de Zaragoza. La segunda exposición es la dedicada a Eduardo Toda, coleccionista de arte egipcio. Eduard Toda fue vicecónsul de España en Egipto entre 1884 y 1886; su interés por la egiptología le llevo a coleccionar numerosas antigüedades que se ahora se exponen. En la diversidad de la colección de Toda encontramos fotografías y calcos. En la exposición pudimos admirar la reproducción de la cámara de Sennedjem,  ubicada en Luxor, se data en el Imperio Nuevo, en sus pinturas murales se representan escenas del libro de los muertos y que Eduard Toda presenció su apertura en 1886.




Cuarenta años hacía desde la última visita al Arqueológico, y recuerdo que la obra que más me impacto fue la Dama de Elche, seguramente porque era la escultura que más había estudiado. Después de tantos años los expertos aún no se han puesto de acuerdo si es una diosa o sacerdotisa o incluso una aristocrática dama divinizada. Lo cierto es que sus bellas facciones siguen llamando la atención de los visitantes, entre los que nos encontramos con Carmen.


 En el recorrido por las numerosas salas del museo se muestran las distintas obras arqueológicas siguiendo cronológicamente desde la Pre Historia hasta la Edad Moderna. En las salas dedicadas a la Hispania romana hemos encontrado las estatuas de Tibero, emperador romano entre los años 14 y 37, junto a él su madre Livia Drusila, esposa de Augusto Cesar, en esta escultura se le representa con velo, como sacerdotisa del culto imperial, paso a llamarse Julia Augusta... maravillosos los pliegues del manto. 



De las cuatro horas que hemos estado en el museo, a veces nos hemos tenido que sentar, la que más me ha gustado ha sido la estatua funeraria de Juan de Solórzano Pereira, que fue fiscal de los Consejos de Hacienda, Indias y Castilla. La escultura esta atribuida al escultor Manuel Correa hacia 1660, estamos hablando del periodo Barroco. Ha sido un verdadero placer tocar la textura del mármol y admirar la belleza de esta obra.  
Entre plantas de la primera contemplamos la historia de la moneda desde su aparición.

En los tres días que hemos permanecido en Madrid hemos paseado por el Parque del Retiro, por el Jardín Botánico y hasta hemos estado en el Museo de la Casa del Arquitecto en Nuevos Ministerios. Deseamos y esperamos que Vicky apruebe este segundo examen de su oposición para volver a Madrid.

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