Después hemos tomado unos cafés, y alguna copica... aquí estamos en el Chaplin.
Poesía para el último día
Una poesía me ha pedido Vanesa,
Y es una pena que yo no sea un poeta,
Un poeta de esos que saben cantar la belleza,
Yo no tengo belleza, ni la voz tan trabajada.
Como Serrat, Sabina o Labordeta.
Además conozco poco a Vanesa.
Sé que en Extremadura tienes una bella casa,
Una casa que dejaste para recalar en estas tierras,
A estas tierras antes habían llegado Michelle, Amparo y Tamara
Vinieron de otras partes de España:
de Melilla, de Valencia y de Sevilla.
Y de tierras más lejanas, de Ecuador y Colombia,
llegaron Nidia y Tatiana,
Las cinco son valientes al venir a una tierra extraña,
Una tierra que tiene gente entrañable y sana,
Sana hasta el punto que las cinco han echado amarras.
Vanesa, también sé, que has perdido alguien a quien amabas,
Creo que era persona pequeña, tal vez una hermana…
y me parece que aún la añoras,
pues desde mi sitio observó, que a veces tienes mirada lejana,
tan lejana que parece que la buscas en las estrellas,
en las estrellas es cuento para engañar a las niñas edad temprana,
según nos dijo María Ángeles, la profesora,
y aunque lo digan los budistas, tampoco está reencarnada
y si no, que nos diga Irene si ha vista alguna persona reencarnada
en la protectora de animales Zarpa.
Déjame que te aconseje dónde buscarla,
Búscala en los ojos de Gabriel y Triana,
pero si no han nacido, ¿cómo que los voy a mirar?
Yo los veo reflejados en los ojos de sus mamás:
María y Tatiana
Vanesa, ¡hija!, deja el móvil y mira a tus compañeras,
a tu derecha a Michelle, ¡ está es muy brava ¡.
Mejor, mira al frente, a Pilar Monje, a Beatriz y a Rosa.
Que además de ser buenas chicas son tranquilas,
Y en clase están calladas y son muy aplicadas.
También puedes mirar a tu izquierda,
a Pilar Barquinero, que es letrada,
y te pude enseñar habilidades sociales avanzadas,
Perdona chica, a veces me pongo gruñón y roñica,
Roñica me dicen, sólo a veces, mis hijas.
Vanesa, pienso es que eres guapa,
y tienes tipo de espada
además tienes suerte, pues como dice Victoria
¡ cuanto más comes estas más delgada ¡
delgada y luces una negra melena,
Melena que recoges en una cola larga y amplia.
De tu expresión facial: frente, nariz, labios , cejas..
Me quedo con tu sonrisa, porque es enigmática,
una sonrisa que me recuerda a la de Mona Lisa,
y hablando de sonrisas,
la de Pilar Tarancón, es una sonrisa graciosilla,
y burlona porque al reír se le elevan a la par, labios y mejillas,
Y es graciosa, porque si cuando ríe se da cuenta que la miras,
Va y se pone toda “rojilla”.
Vanessa me inspiras confianza,
porque tienes alegría, serenidad y simpatía,
y también empatía, asertividad y ternura,
Pero en lo que toca a ternura María Jesús es la campeona,
es como Carmen mi mujer, ¡angelitos sin alas!.
Para finalizar, me atrevo a dar un consejo a la profe y a mis compañeras,
es una frase que he aprendido en el curso y que hago mía:
Empieza cada día con una sonrisa y mantenla todo el día.
Zaragoza, 16 de enero de 2012.Antonio Oto Gros
Zaragoza, 16 de enero de 2012.Antonio Oto Gros
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