miércoles, 11 de diciembre de 2013

En la Rambla de las flores

El pasado 6 de diciembre, día de la Constitución fuimos a Barcelona a llevar a Isa.


Se fue, junto con dos amigas, Patricia y Raquel a visitar a Viky, en Cracovia... En la terminal 2 del aeropuerto hay una escultura de un caballo obra de Fernando Botero.
En Barcelona teníamos reserva en un hotel de la calle Boqueria, situada en medio de las Ramblas, y frente al mercado de la Boqueria... Recuerdo la primera vez que estuve en el mercado, iba con el Rubio y Val, compramos una barra de pan y cuarto kilo de jamón, nos lo comimos en un bar de una calle trasera, de los que Vázquez Montalban describe en sus novelas de Pepe Carvalho.

En nuestra corta estancia en Barcelona paseamos varias veces por las Ramblas, me llamó la atención el cartel de RIP que exponían las floristerias, a lo que se ve la Generalitat se los quiere cargar, como ya hizó antes con las pajarerias que han desaparecido, tampoco estaba el "Maradona de las Ramblas"... junto con Carmen estampamos nuestra firma en contra de la medida prohibitiva.
La variopinta corriente humana que atraviesa la Rambla desemboca en el mar, ante la atenta mirada de la estatua de Colón, que culmina un pedestal férreo de una columna jónica de 52 metros de altura y la de una gaviota.Y como el agua que una vez en el mar se expande  "la Rambla es la única calle del mundo que no quería a fin", así la describió Garcia Lorca

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