viernes, 23 de octubre de 2015

Palacio Larrinaga


El pasado domingo, el grupo "Pleyades" visitamos el Palacio Larringa en Zaragoza.


Acompañado de Carmen fuimos andando desde casa hasta el número 123 de Miguel Servet, a las diez comenzó la visita... un guía nos explico la biografía del naviero vasco Miguel Larrinaga que construyó este hermoso palacio para su esposa Asunción que era natural del Bajo Aragón.


Los motivos navieros están presentes en este edificio de estilo modernista... Larrinaga vivía en Liverpol y construyo este palacio pensando en la jubilación, pero su pronto fallecimiento de su esposa hizo que no llegase habitar el palacio.


La familia vendió el edificio a los Marianistas que lo transformaron en Colegio, en el interior cuelgan las orlas de los alumnos. Actualmente es propiedad de Ibercaja que lo alquila al Cachirulo para realizar banquetes... entre las amplias y múltiples salas del interior me gusto la cristalera dedicada a san Miguel en la que fuera capilla familiar.


Posteriormente fuimos a comer al restaurante de la Fuente de la Junquera... para hacer gana realizamos un paseo de una hora hasta Cuarte de Huerva, situado cerca del restaurante.


LO DEMAS ES SILENCIO

Como el mar, la mar, el mar
Siempre cambiante, siempre igual
Pasar liso y llano, pasar sin pesar,
Como rompen las olas matinales, radiantes,
Retumbando remotas en un mundo vacio,
Ni dichosas ni tristes, necesarias tan solo,
Cumplirse y pasar.
Allá, fuera del tiempo, sin historia, sin fechas,
La primera mañana del mundo fue esta misma,
Millonaria de espumas, subsistentes sin peso,
Real, real.
….  …. …. …. ….. …. …. ….. ….. …..
Ser hombre es saber que el mundo
No está dado; que se crea.
Humanas con las ciudades,
Las leyes, la paz, las ciencias,
Las costumbres, las estirpes,
La técnica, las maneras.
Humanos son nuestros ritos,
Divinas las cuatro reglas.
Hemos dado a luz un mundo
Que ya no es naturaleza,
Inventado y transformando
Sus fatales consecuencias.
Cuando existe es un comienzo,
Cada yo es el que se inventa,
Cada estilo es un milagro
Que organiza las fluencias.
Domamos los sentimientos
Como domamos las fieras;
Cabalgamos la energía
Del centauro y de la idea.
Los hombres porque son hombres
Ni son dioses, ni son bestias,
Son artífices pequeños
De un bienestar y un sistema.
Camaradas, todo es simple;
La tierra se llama tierra;
Los pasos miden; los pesos
Hacen grave la materia.
GABRIEL CELAYA

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