martes, 21 de octubre de 2025

 En la Maratón de Bilbao

El sábado 18 se realizó la maratón de la ciudad de Bilbao y hasta allí fuimos a animar a nuestros amig@s Adela, Yasmina y Miguel


A las siete de la tarde tomaron la salida más de 20.000 participantes desde la explanada del campo de futbol de San Mames. Yasmina corrió diez kilómetros, mientras que Adela y Miguel realizaron la media maratón, 21 kilómetros. En chicos el ganador fue el ugandés Maxwell Rotich y en chicas la keniata Purity Kajuja, que ya ganó el año anterior. En la fotografía los tres se muestran orgullosas en la meta, delante de Puppy, el perro guardián delante de su caseta, el Guggenheim, donde estaba situada la meta.


Saliendo desde el teatro Arriaga, el 18 por la mañana realizamos un free tour por Bilbao en compañía de Gloria, Elias, Carmen y Blas y nuestras respectivas hijas. La guía nos explicó la historia de los lugares de la ciudad por los que íbamos paseando: el Arenal, los Antiguos Astilleros, junto a la ría el casco viejo, la plaza Nueva, iglesia de San Nicolás, Catedral de Santiago. Además nos culturizo con algunas "bilbainadas", como llenar la plaza de agua para que navegara por ella Amadeo de Saboya, Veneciano, y que se lo tomo a chufla ya que el nuevo rey era turinés. La mañana termino tomando vermut en la terraza del Mercado de la Ribera.


El domingo nuestro paseo comenzó por la Ría, con las casas pintadas de distintos colores, algunas de reminiscencia inglesa, que diferencia de aquel Bilbao que conocí, por primera vez, hace ya cincuenta años, con las chimeneas de Altos Hornos echando humo y el cielo negro, las gabarras surcando la ría llevando la carga hasta los buques al mar, en la actualidad la gabarra, el antiguo barco de carga solo se usa para celebrar los triunfos futbolísticos del Atleti de Bilbao, la ultima ocasión fue en abril de 2024 para celebrar el triunfo en la Copa del Rey, más de millón y medio de personas siguieron la celebración. Cruzando la ría Carmen, Isa y Vicky sonrientes disfrutando del día soleado que nos ofreció Bilbao.


 El paseo nos llevo hasta la catedral del futbol español, San Mames, porque en Bilbao el futbol es una religión, aquí estoy junto a Elías y Blas "adorando" el mítico Iribar, al fondo, en el video la imagen de Zarra... ¡que envidia nos da a los zaragocistas!, el Bilbao en la Champion y nosotros los colistas de la segunda división.

Para comer Yasmina había reservado en el restaurante el Laterio, un coqueto local con sabor portugués, aunque el cocinero era aragonés, la comida a base de latas: mejillones, sardinas ahumadas con salmorejo, quesos... ¡Buena comida, acompañada por mejores amigos!.

A las cinco vuelta a Zaragoza, después de pasar un finde semana inolvidable en Bilbao.

LAS AGUILAS

El mundo encierra la verdad de la vida,

Aunque la sangre mienta melancólicamente

Cuando como mar sereno en la tarde

Siente arriba el batir de las águilas libres.

Las plumas de metal,

Las garras poderosas.

Ese afán del amor o la muerte,

Ese deseo de beber en los ojos con un pico de hierro,

De poder al fin besar lo exterior de la tierra,

Vuela como el deseo,

Como las nubes que a nada se oponen,

Como el azul radiante, corazón ya de afuera

En que la libertad se ha abierto para el mundo.

Las águilas serenas

No serán nunca esquifes,

No serán sueño o pájaro,

No serán caja donde olvidar lo triste,

Donde tener guardado esmeraldas u ópalos.

El sol cuaja en las pupilas,

Que a las pupilas mira libremente,

Es ave inmarcesible, vencedor de los pechos

Donde hundir su furor contra un cuerpo amarrado.

Las violentas alas

Que azotan rostros como eclipses,

Que parten venas de zafiro muerto,

Que seccionan la sangre coagulada,

Rompen el viento en mil pedazos,

Mármol o espacio impenetrable

Donde una mano muerta detenida

Es el claror que en la noche fulgura.

Águila como abismos,

Como montes altísimos,

Esa verde hiedra que en los muslos

Finge la lengua vegetal casi viva.

Se aproxima el momento en que la dicha consista

En desvestir de piel a los cuerpos humanos,

En que el celeste ojo victorioso

Vea solo a la tierra como sangre que gira.

Águilas de metal sonorísimo,

Arpas furiosas con su voz casi humana,

Cantan la ira de amarlos corazones,

Amarlos con las garras estrujando su muerte.


                                                                VICENTE ALEIXANDRE


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