Pilar y Emilio se han jubilado
Y para celebralo el sábado 24 Pilar y Emilio nos invitaron a cenar en el restaurante Rogelios.
Super contentos estaban la pareja, no es para menos, después de tantos años trabajando llegar a la jubilación en tan buen estado (físico y mental) es como para darse un homenaje... o mejor los amigos darles un homenaje.
Una veintena de amigos nos juntamos a cenar, algunos conocidos: Pilar, Carmen, Manolo, José Luis, Macue, en cambio a otros solo de oídas como a Lourdes y marido... buen ambiente para una buena cena.
La velada tuvo de todo: bromas, risas, regalos, una poesía de Tabuenca, me sorprendió esta faceta, y también emoción, a Pilar se le saltó una lagrimilla cuando Manolo Cuenca la sorprendió con un espectacular cuadro de Meli, la mamá de Pilar.
Después vinieron los cubatas, lon jin tonic, las copas...
Después vinieron los cubatas, lon jin tonic, las copas...
La noche termino a altas horas de la madrugada, no sin antes echar unos bailes en el mismo Rogelios, amenizado por la orquesta la Trova. Por cierto en otra celebración contigua a la nuestra se encontraba la vocalista de la orquesta Boston, y se animo a acompañar a la cantante de la Trova.
La gracia cenicienta de la encina,
hondamente celeste y castellana,
remansa su hermosura cotidiana
en la paz otoñal de la colina.
Como el silencio de la nieve fina,
vuela la abeja y el romero mana,
y empapa el corazón a la mañana
de su secreta soledad divina.
La luz afirma la unidad del cielo
en el agua dorada del remanso
y en la miel franciscana del aroma,
y asida a la esperanza por el cuelo
la verde encina de horizonte manso
siente el toque de Dios en la paloma.
LEOPOLDO PANERO
hondamente