sábado, 24 de febrero de 2018

Terminada la poda en Robres


Ya he terminado de podar en Robres: almendros en el campo y parras, membrilleros una higuera y un peral en casa.


Este año además he estrenado motosierra. En enero se rompió la vieja y he comprado una Ducati, es la misma casa que las motos, y la máquina va como una moto... Ángela me acompaño una tarde a las almendreras, para protegerle los ojos le puse las gafas de padre que tenía para la moto.


Desde la primera semana de diciembre, que comencé a podar han sido varios los fines de semana que he ido a las almendreras, básicamente la poda ha consistido en cortar las ramas viejas y clarear el centro del árbol, sin olvidarme de las ramas que se van más allá del palo con que vareo el árbol, a partir de la rama que no llego con el palo a cortar, así cuando las recojo no tengo que subirme a los árboles. Cada maestrillo tiene su librillo.


Cuatro parras hay en el jardín y otras cuatro en el corral, la más grande es la que saliendo de la pared izquierda sube por encima de la puerta "en la cuadreta", así llamamos a al cuarto donde almacenamos las herramientas. La tradición de casa manda podar las parras en la primera luna de febrero, ósea el día tres, en las fiestas de San Blas, parece que así la parra da el mejor moscatel.


La parra está en el corral, entre la casa del Montañés y la pared que cierra el corral hacia atrás. Corto tanto las ramas que se van rectar hacia arriba como la que apuntan al suelo, pues cuando salen lo higos pueden llegar hasta el suelo. Hace unos años había dos higueras, pero arranque una de ellas porque sus raíces se apoderaban de todo el suelo del corral y llegaban hasta la zona del huerto.

Al peral y los membrilleros les corto las ramas secas, las rotas o cruzadas.





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