Copisteria Arenal echa el cierre

Copisteria Arenal baja la persiana, el propietario y amigo Ángel Alvarez me ha comunicado la triste noticia.

´Copisteria Arenal nació hace treinta años, inicialmente se ubico en la calle Concepción Arenal, próxima a la Universidad, entonces era más una tienda dedicada al cine, se alquilaba películas, vendía camisetas, póster de artistas, carteles de pelis, el cine es una de las pasiones de Angelito, así es como yo lo llamo. Años más tarde paso con la aparición de lo vídeo club bajo la recaudación y se reconvirtió en copistería, trasladándose junto a la Universidad, a la calle Pedro Cerbuna, y hasta ahora que echa el cierre. ¡ Otra victima del Covid!

En los últimos años éste local ha sido uno de los que he frecuentado. Me he pasado para charlar con Ángel de fútbol, de la  "Estrella de la Mañana" ONG que padrina un orfanato para niños ciegos en la India, de los viajes, Ángel pertenece a la Asociación "El Viajero Solidario", y de fotografía... esta es la primera fotografía que realice con mi nueva cámara Canon, desde aquí realizamos el pedido y aquí eche la primera foto. Ángel suele realizar exposiciones fotográficas después de cada viaje al extranjero, seguramente pronto nos avisara de la próxima. 

El local de la copisteria se sitúa frente a la parte trasera de la Facultad de Filosofía y Letras ¡que por fin esta en obras!, mi vieja facultad esta vallada, en la parte superior se aprecian los nuevos materiales que sustituirán a las viejas tejas de los años cuarenta... De finales de los ochenta, cuando curse mis estudios en la Universidad, con el cierre de la copisteria Arenal ya sólo queda la librería Ántigona y el bar el Tuno, el resto de locales, tanto bares como comerciales han cerrado o han cambiado de negocio, hasta el quiosco de la plaza de San Francisco esta languideciendo... 

Mi amistad con Ángel se remonta hasta hace cincuenta años, cuando vine a del pueblo a Zaragoza, finales de 1970, vinimos a vivir a la calle de Estabanes y Ángel trabajaba con su padre en el bar Angelito, en la calle la Libertad número 7, pegado al restaurante el Pascualillo. Pascual y su hermano Ángel llegaron a Zaragoza, procedentes de la Rioja y montaron sendos bares. Hoy el Pacualillo continua como restaurante. Con Ángel hijo pase de ser cliente a amigo, para nuestra boda, a las diez de la mañana, en diciembre de 1988, Ángel cerró el bar y tomamos un vermut con los amigos, fue una forma de pasar la mañana hasta la hora de la comida, recuerdo que en la cocina estaba su madre, para entonces Angelito padre ya estaba mayor. Años más tarde y tras el fallecimiento del padre, Ángel cerro el bar y puso la tienda dedicada al cine... En la puerta del antiguo bar, en el tubo zaragozano hay un 7, desde que cerro Angelito no he entrado en éste local.

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