Vacaciones en Robres
Estamos reformando la cocina del piso de Zaragoza y nos hemos venido a pasar unos días a Robres
Nuestra jornada empieza con el desayuno y después paseo por el canal en dirección camino de Senés, cipreses y pinos son la mayoría de arboles que proyectan su sombra sobre el asfalto y que viene bien para restar la dureza del sol. Dos horas suele durar la marcha y vuelta a casa.
Hasta la comida un poco de trabajo, esta semana he dedicado dos días al huerto, regar y quitar alguna hierba. Otro día he trabajado en el jardín, riego y poda de la palmera y el resto de la semana a pintar la cochera, aún no he terminado, los techos los hare con cal.
El día 13 rompimos la rutina, celebramos con Blas el cumpleaños de Ángel, fuimos a tomar vermut al bar de la piscina, un año más regenta Silvia, que fue quien nos tiró la fotografía, aunque la protagonista es la copa de cóctel que adornaba la barra. Ángel trabaja en la cooperativa y al terminar la campaña de la cosecha se va a jubilar.
A las seis, después de la siesta y ver el Tour baño en la piscina, el lugar más atractivo de Robres durante los meses de julio y agosto. La piscina está poco concurrida, se puede bañar con tranquilidad, nosotros ponemos las toallas en el mismo sitio. Después unas cañitas en el bar y charleta con gente amiga, en el pueblo nos conocemos todos.
Esta semana hemos tenido un funeral, ha fallecido el panadero Ovidio, era primo de mi padre, las madres Petra y Aurea de casa Remundo. Aún recuerdo cuando construyeron el edificio, junto al huerto del cura. La iglesia esta justo detrás. A los pocos meses Ovidio se caso con Nati y celebró la comida de la boda en el horno que sirvió de salón. Tendría yo seis años. Últimamente Ovidio estaba ya muy grave, cuando iba a comprar el pan, en alguna ocasión entraba a visitarle y charlábamos sobre tiempos pasados. Descanse en paz. Las dos manchas negras que se ven delante la puerta de la panadería son dos gatos que parece llorar la muerte del dueño de la casa.
Arrastras los pies
papá
Te llevo a la espalda
con mis ojos
Porque intentas huir
de la vejez como de una guerra ancestral
Te subo a mis
vértebras
Combadas por el peso
Arrastras los pies pero
yo no puedo contigo
Y te llevo a la
espalda
Hasta el final de la
vida.
OLGA NOVO
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