Vuelta a Zaragoza
El 11 de julio venimos a Robres, en nuestro piso de Zaragoza habían comenzado las obras de la nueva cocina.
Techo, paredes, suelo, todo nuevo, incluida la ventana y la puerta. Ante la imposibilidad de guisar y compartir estancia con los trabajadores decidimos irnos a Robres. Las chicas Isa y Vicky como trabajaban se fueron a casa de mi hermana Asún, que con Cecilio, está pasando el verano en Robres
Mientras nosotros hemos estado en Robres, Isabel ha estado trabajando, sigue en el Hospital Clínico. A vuelto a crecer la carga de trabajo, estamos en la quinta ola del Covid-19, o mejor olita, porque la gente que ingresa en el hospital, por cierto la mayoría sin vacunar, presenta un cuadro clínico más leve que en anteriores ocasiones y así el número de fallecimientos es bajo con relación a los contagiados. ¡El Covid no descansa!
Y Vicky terminó las prácticas el día 28, ahora a esperar destino. La fotografía se la hizo ella en el ascensor del edificio Trovador, lugar de trabajo de la inspección laboral. Ahora vacaciones y después a esperar destino.
Hoy 31 de julio la concina aún no está terminada, falta el fontanero y el electricista, no podemos guisar ni fregar en la cocina, eso sí esta muy bonita. Esperamos que la próxima semana se den por terminadas las obras.
Por un lado, locales
Por el otro, los blancos.
En la terminal se venden camisetas
De gatitos con gafas de sol
El aeropuerto fue construido por los
americanos
Para dar combustible a los
bombarderos
En la II Guerra Mundial
Los blancos compran acuarelas
locales
Los locales se hacen fotografías
Un último abrazo para mamá
La isla no fue suficiente
la pista de despegue es la herida
GUILERMO MOLINA MORALES
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