Despedida del mes de agosto
Hoy día 31 despedimos el mes de agosto, despedimos el verano metereologio y damos por finalizadas las vacaciones.
Esta semana la hemos pasado en Zaragoza y hemos ido al cine. Hemos visto la pelicula Charlatan, tiene el premio a la dirección del cine Europeo. Pelicula checa que narra la vida de Jan Mikolasek, un curandero sanador acusado de charlatán. En el film se destaca la fascinante personalidad del protagonista. La pelicula es de los mejor que he visto este verano.
Otro día he estado con Vicky viendo la Exposición fotográfica de Ramón Masats, en la Lonja. Masat trabajó como fotógrafo para la revista Gaceta Ilustrada entre los años 1950 y 1970. A bordo de un Seat 600 y su cámara alhombre recorrió España. Era la época que en España se construían infraestructuras de comunicación y se fraguaba el boom hotelero. "La publicidad necesitaba imágenes atractivas y modernas que poblaran el sueño del renacer económico y social que prometía el turismo..."
Paseando por la ciudad me he encontrado con varias acacias junto a la plaza de toros, seguro que llevan años en el mismo lugar, pero no había reparado en ellos, es lo que tiene pasar una temporada fuera de tu ciudad, cuando vuelves descubres algo nuevo que lleva años esperando que te detengas para admirarlo.
Los refugiados procedentes de Afganistán ocupan todas las imágenes de los noticiarios. Otra vez los niños y las mujeres son las mayores victimas de una guerra sin sentido... De todas formas estoy orgulloso de pertenecer a un país que recoge a personas exiliadas. No hay que olvidarnos que en tiempos no muy lejanos fueron españoles los que tuvieron que salir de nuestra tierra.
¡O celos de amor terrible freno
qu’en un punto me vuelve y
tiene fuerte!
Hermanos de crueldad,
deshonrada muerte
que con tu vista tornas el
cielo sereno.
¡O serpiente nacida en dulce
seno
de hermosas flores que mi
esperanza es muerta!
tras prósperos comienzos,
adversa suerte;
tras suave manjar, recio
veneno.
¿De cuál furia infernal acá
saliste,
o cruel monstruo o peste de
mortales,
que tan tristes y crudos mis
días hiciste?
¡Tórnate al infierno sin mentar
mis males!
Desdichado miedo ¿a qué
viniste?
que bien bastaba Amor con sus
pesares.
SANNAZARO