miércoles, 29 de mayo de 2024

Los Voluntarios en Robres

La semana pasado estuvimos en Robres el grupo de voluntarios del jueves de Casa Amparo de Zaragoza


A las diez de la mañana salimos desde mi casa en Zaragoza, la primera parada fue en las Trincheras Orwel. Juan, Alfonso, Teresa, Julio y yo, faltaban Estanis, que no vino y Fernando que llegaría a la hora de comer. En las trincheras no podemos recorre correrlas en su totalidad porque había llovido el día anterior y entre las paredes había charcos de agua. Después de leer las explicaciones de los carteles, en los que se explica la vida en las trincheras y la estancia de Orwel, detrás de la trinchera se aprecian las altas plantas, este año la primavera es lluviosa y se aprecia en el campo.


   A las doce llegamos a Robres, mientras yo compraba el pan y farinosos en la panadería de Ovidio, mis compañeros se quedaron en la Plaza de Zaragoza mirando los cañones situados delante del Centro de Interpretación de la Guerra Civil, que estaba cerrado. De aquí nos subimos hasta la loma de la Pajera, el punto más alto de Robres, desde aquí observamos con detalle los distintos puntos señalados en las mesas, en la parte sur la zona de Zaragoza hasta el Moncayo, y en la norte la hoya de Huesca, con distintos pueblos en las cercanías de Robres: Frula, Montesusin, Grañen, Almuniente... hasta los picos del Pirineo se ven en los días claros. 


  A las dos la comida en el corral de mi casa, primero el vermut, seguido de ensalada y costillas asadas, compradas en Nuri, después del postre, farinoso de Robres y los cafés con copa y tertulia, tostándonos al radiante sol monegrino, a la comida ya llego Fernando. A media tarde visita al túnel del canal, la sierra de Alcubierre y el canal de Monegros son los lugares más atractivos para los "turistas". 
A las siete emprendimos el viaje de vuelta a Zaragoza.



El jueves hemos vuelto a nuestra acción de voluntariado, desde hace dos meses tenemos a tres nuevos componentes en el grupo, aquí están con sus respectivos residentes de Casa Amparo: Alfonso lleva a Francisco, Teresa con Cele y Fernando con Ángel. Desde la pandemia no habían entrado nuevos voluntarios, después de la jubilaciones de José y Miguel Ángel el grupo había quedado reducido así es que es motivo de alegría volver a recuperar el número inicial de componentes del grupo.


miércoles, 22 de mayo de 2024

 De Apies al pantano de Montearagón

El sábado 18 con Concha y Jesús realizamos una marcha desde Apies, pedanía de Huesca hasta el pantano de Montearagón. 


A las nueve aparcamos el coche junto a la iglesia de Apiés, cerca esta el lavadero. Empezamos la marcha por camino pedregoso, pronto pasamos junto a las ruinas de Lienas, pueblo abandonado. En la marguen flores de aliagas y  linos y detrás campos de olivos y almendros, al fondo el salto del Roldan y las peñas de San Miguel y Amán, más a la derecha, con forma de tortuga y nubes agarradas en su cima la peña del Mediodía. 


Siguiendo el camino nos encontramos con una zona de carrascas, otro nombre que recibe es de encina. Me viene a la memoria la carrasca de Lecina, declarado árbol europeo de 2021, tiene 28 metros de diámetro de su copa y altura de 16,50 metros; he leído que en algún invierno se llegó a recolectar hasta 600 kilos de bellotas. Después de echar unas fotografías seguimos nuestra marcha.


Pasadas dos horas llegamos hasta el pantano de Montearagón, las aguas recorren dos barrancos, de Lienas y Fornillos, son dos pequeños fiordos... sentados hacemos el avituallamiento, mientras pasan excursionistas, Concha y Jesús los saludan, los conocen, le pregunto si es el anterior alcalde Luis Felipe, me comenta que es su hermano gemelo, antiguo compañero de estudios. 


Por fin llegamos al Púlpito de Montearagón, lengua de tierra que se adentra en el pantano, que por cierto se termino de construir en 1996 y no se utiliza porque falta la tubería. Se aprecia la presa que embalsa el agua y al fondo una mancha oscura es el castillo de Montearagón. Son las doce y empieza apretar la calor, así que vuelta a Apies. 

Por el camino de vuelta nos ponemos al día de nuestras cosas, hace tiempo que no nos veíamos y prometemos volvernos a juntar antes del verano.

Las hojas de este árbol, que del Oriente

a mi jardín venido, lo adorna ahora,

un arcano sentido tienen, que al sabio

de reflexión le brindan materia obvia.

¿Será este árbol extraño algún ser vivo

que un día en dos mitades se dividiera?

¿O dos seres que tanto se comprendieron,

que fundirse en un solo ser decidieran?

la clave de este enigma tan inquietante

yo dentro de mi mismo creo haberla hallado:

¿no adivinas tu mismo, por mis canciones,

que soy sencillo y doble como este árbol?

                                                                     GOETHE




lunes, 6 de mayo de 2024

 En Requena, Jorquera, Albacete y Cilanco

Desde el Balneario la Concepción en Villatoya, hemos seguido haciendo excursiones.


El día 26 de abril, quinto de nuestra estancia nos dirigimos hasta la localidad valenciana de Requena, a 30 kilómetros de Villatoya. en Requena subiendo por la cuesta del castillo visitamos la ciudad medieval, admiramos la torre del homenaje y la fortaleza, así como la muralla, seguimos hasta el corazón de la medina y nos encontramos con las iglesias de Santa María, San Nicolás y San Salvador, con magnificas fachadas en las puertas de entrada, todas estaban cerradas... donde si entramos fue en una bodega que daba acceso a una de las cuevas que se encuentra en la plaza del ayuntamiento. Más interesante resulto la visita al museo de la Seda, en una casa de tres pisos situada en el antiguo barrio musulmán. El guía nos comentó que a finales del siglo XVIII en Requena existían 800 telares de seda, siglos más tarde vino la crisis y se cerraron todos los telares. Un video nos explica como se fabrica la seda, partiendo de la cría del gusano hasta llegar a las prendas de vestir. En la fotografía se aprecian seda de diferentes colores. A la salida la dueña de la casa vendió dos pañuelos uno a Carmen y otro a Mari Carmen. Abandonamos la parte histórica hasta llegar al ayuntamiento, de aquí al coche y vuelta al balneario.


El día 27 visitamos los pueblos de Tolosa y Carcelen, en los límites de la comarca de la Mancheta.
El séptimo día, el 28 de abril estuvimos en Jorquera, pueblo de trescientos habitantes, encerrado en las murallas, incluso la tapia del cementerio está en la murallas. Jorquera se sitúa en una de las hoces de Júcar, las vistas del rio son espectaculares. Caminando por las estrechas calles encontramos la iglesia, que amablemente nos enseña el sacristán, nos comenta: "iba para cura y me quede en monaguillo", la iglesia tiene nave única y bóveda de crucería, la visita a la localidad termina en el castillo. Después la vuelta a casa con parada en un mirador para las echar la bonitas fotografías del pueblo y sus alrededores.



El 29 de abril, salió nublado, fuimos a la capital, Albacete, a setenta kilómetros del Balneario, echamos gasolina en Carrefour y aquí dejamos aparcado el coche, los primero fue comprar una navaja, en la tienda Barbero, la casa de las navajas, la vendedora me indico que es obligatorio guardar la factura con la navaja porque hay que acreditar su origen; como era lunes el museo de la navaja, cerrado por ser lunes, al lado el ayuntamiento y cerca la catedral, en la plaza dela Virgen patrona de la ciudad, con majestuosa fachada, ascendimos por la escalinata para entrar, en el interior me han gustado las vidrieras por su colorido y el retablo renacentista. En la plaza del Altozano vemos dos estatuas, una del cuchillero y otra dedicada al director de cine José Luis Cuerda, desde aquí andamos por la calle Mayor y nos encontramos el pasaje de Lodares, con techo acristalado y fachadas modernistas de las tiendas. Empezó a llover y nos pusimos los chubasqueros. Seguimos andando por la calle Tesifonte Gállego hasta llegar al parque Abelardo Sanchez, adornado con estatuas y jardines poblados de diferentes especies de plantas, bajo una lluvia fina nos dirigimos al coche con la intención de volver a esta capital hasta hoy desconocíamos.




El día 30 de abril fue el último en el Balneario la Concepción, teníamos la salida el día pero había que llegar a Robres para comer con la cuadrilla, así que adelantamos un día la vuelta. Después de desayunar y tomar el baño nos fuimos, con Mari Carmen y Paco a Cilanco, pedanía de Villlatoya, el cielo estaba con nubes, en el camino nos encontramos con un lugareño en silla de ruedas, nos comento que hacia poco tiempo le habían cortado la pierna, vivía solo los fines de semana veía el hijo, cerca de él había un choto, de largas barbas que le acompañaba en su recorrido, "tuve un rebaño de cincuenta cabras y al cortarme la pierna las vendí, me he quedado con el choyo; preguntamos porque se habían muerto tantos pinos, la respuesta es que hubo un tornado que arraso con todo: árboles, tejados... me salvo el choto que proveyó la tormenta y fue a refugiarse y yo le seguí.
Por la tarde emprendimos el regreso a Zaragoza, nos dio pena separarnos de Mari Carmen y Paco, con quien durante diez días compartimos mesa, baños, íbamos a la misma hora y excursiones por la zona, Paco había sido conductor y conocía bien las carreteras. Me queda la esperanza de poder ver de nuevo a los nuevos amigos que hemos hecho en nuestra estancia en el Balneario de la Concepción.



viernes, 3 de mayo de 2024

 En el Balneario la Concepción de Villatoya

Con el programa de Termalismo del IMSERSO, del 22 de abril al 1 de mayo hemos estado en el Balneario la Concepción, en Villatoya, provincia de Albacete.


El día 22  saliendo de Zaragoza salimos de viaje, duro cuatro horas y media, por autovía hasta Teruel, nos desvestíamos para coger la general a Cuenca, parada en Libros hasta Ademuz, pasamos por Utiel y Requena y llegamos al Balneario a la hora de la comida. El primer baño fue al día siguiente, una hora en la piscina, con chorros de agua en los pies, cintura y espalda, para finalizar diez minutos, Carmen de parafina en las manos y yo baño turco ¡a sudar!. Después el desayuno, bufet libre, la comida ha sido la más abundante de todos los balnearios que hemos estado. A media mañana un paseo para hacer gana de comer, después siesta corta y visita a pueblos, un día llegamos hasta la capital Albacete. Cena a las nueve y luego cine o baile. En los paseos del balneario nos hemos encontrado con con rosales y estatuas de famosos poetas españoles: Machado, Espronceda, Bécquer y de afroditas griegas.


Nuestro primer paseo fue a Villatoya, pueblo a dos kilómetros del Balneario, que cuenta con poco más de cien habitantes, su principal atractivo son los paseos por el rio Cabriel. A dos kilómetros del pueblo, en el puente que cruza el río encontramos el cartel de Comunidad Valenciana. En el camino a Villatoya  nos encontramos con gente que venía desde el Balneario, y con la poesía pintada en la pared, se titula "ruta del colesterol" / que difícil es mantener la dieta/ con tanta comida que nos tienta/  por muchas caminatas que nos damos/ de los postres es difícil que nos alejemos/ el descanso y la tranquilidad hace que nos engordemos unos kilos demás.... ¡refleja la vida del jubilado español


El 24 cogimos el coche y nos trasladamos a Casas Ibáñez, a veinte kilómetros del Balneario, la visita más interesante fue la iglesia, el párroco de ésta localidad tuvo la amabilidad de enseñarnos el interior, incluso la sacristía. Desde aquí llegamos a Fuentealbilla, pequeño pueblo de la comarca la Manchuela, al pueblo lo ha hecho famoso su hijo más ilustre: Andrés Iniesta, el futbolista que marco el gol que le dio a España el campeonato del mundo de futbol. En la fotografía, delante de la reproducción de la copa del mundo, estamos con Mari Carmen y Paco, matrimonio de Yecla, con éstos nos pusieron en la misma mesa del comedor y nos hemos hecho amigos, en algunas excursiones hemos compartido el coche.  Fuentealbilla le ha dedicado a Iniesta una estatua y un museo, estaba cerrado. De este pueblo me ha gustado el ayuntamiento y una placa conmemorativa a las Brigadas Internacionales por su aportación a la democracia española.


El 27 de abril visitamos Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más bonitos de España. Paco aparco el coche cerca del castillo, bastante reconstruido, entramos en el castillo, del siglo XV y subimos a la torre de origen almohade, desde la parte superior las vistas de la hoz del Júcar son espectaculares. Después empezamos a bajar por las empinadas calles, las blancas casas me recuerdan a los pueblos de la Alpujarra granadina, las calles están levantadas en las terrazas realizadas en la montaña. Estaríamos en la mitad del pueblo cuando entramos en la cueva del diablo, nombre que recibe por el propietario de la cueva, las cuevas eran viviendas excavas en la roca con mucho esfuerzo, a pico y pala, servían de  vivienda, en el interior la temperatura se mantiene constante todo el año entre 18 y 20 grados. De una habitación se seguía excavando hasta, como en este caso llegar a ser museo etnológico, incluso tiene  bar, la cueva del diablo atraviesa toda la montaña, al otro se aprecia toda la hoz del río;  después de tomar un refrigerio dos calles más abajo nos encontramos con la iglesia del pueblo, dedicada a san Andrés, seguimos bajando hasta el puente de origen romano en el río, aquí nos echamos unas fotografías. Al otro lado del río destaca la pequeña plaza de toros, cuyas gradas están excavadas en la montaña. La vuelta al coche, cuesta arriba se nos hace más dura.

¡Y basta, adiós, es hora de callarnos

van ya muchas palabras,

adiós, mi amor, volvamos al silencio,

voy a callarme..., calla!

Un día más que fue. ¿lo sabes?.

pero vendrá mañana;

y no será oto día, te aseguro

pues en nuestra alma

todos los días son un solo día

como todas las penas, aunque tantas

son una sola pena,

una sola, infinita, soberana

la pena de vivir llevando el todo,

temblando ante la Nada

                                                    MIGUEL DE UNAMUNO