Aurea Capistros, mi abuela paterna

El 26 de enero hace cuarenta y un años que falleció mi abuela Aurea.

Nació en 1902, de joven se fue a servir a Barcelona y volvió a Robres para casarse con Cayetano, mi abuelo... En la fotografía de 1924 realizada en el Modern Studi Pellicer, en Ronda San Pablo, 16 se aprecia lo guapa que era.

Aurea pertenecía a la Casa de Remundo... En la fotografía posa junto a Petra, la hermana pequeña que casó con Andrés de Serreta, que falleció joven y de cuyo matrimonio que nacieron: Andrés, Francisco, Ovidio, Fina, que fue mi vecina hasta que falleció, Antonio el chato, Pili y Mariano. La pequeña es María, hija de Elisa y sobrina, que caso con Francisco Cañete, de cuyo matrimonio nacieron Pili, Francisco y Luis.

En la boda de mi hermana Asún, en 1977, se juntaron los hermanos de la abuela que aun vivían: Elisa y Felisa, mujer de Antonio, el tuerto Remundo, padre de Miguel, actual propietario de Casa Remundo, que tras pasar la vida laboral en Barcelona se ha retirado a Robres. 

Mis primeros recuerdos de la abuela Aurea, son de cuando tenía cinco años y están unidos a la casa en la que vivían, junto a la de Barriguera y frente a Casa de Bone; la abuela era sorda y para que me entendiera había que gritarle al oído; cuando el abuelo Cayetano volvía del ganado me montaba en el burro que pasaba por medio de la casa hasta el corral, que hacia de cuadra para el animal.

De Ochagavia a Robres 

Esta semana estuvimos en Ochagavia, hermoso pueblo del valle del Salazar en Navarra.

Un manto de nieve cubría la sierra de Abodi, la nieve llegaba hasta el pueblo... hacia años que no pisábamos la nieve.

Las aguas de dos ríos bañan el pueblo: el Zatoia y el Anduña en cuyo cauce se erige el puente románico que comunica las dos pares del pueblo, a un lado se sitúa la iglesia, que estaba cerrada y la subida a la Muskilda, santuario que había estado comiendo con los Sagardoy. Al otro lado del río la plaza, el froton, la redicencia geriatrica.

Caminamos por las estrechas calles del pueblo hasta llegar a la plaza, después comimos en el restaurante Auñamendi, recién restaurado... de ahí pasamos a ver a Jorja, mujer de Pascual Sagardoy y madre de Mariano, mi amigo, ya fallecidos.

De Ochagavia salieron numerosos pastores con sus rebaños de ovejas para la trashumancia... los hemanos Sagardoy se instalaron en Grañen, Poleñino, Robres... en Robres en el Serrallo conservan su casa, la "casa del navarro". Recuerdo que de pequeño iba con Mariano a jugar a su casa.

LA FUNDACION

Has de excavar un túnel angosto, frío y duro,

Para ganar los soles, las fuentes y los valles.

Una topera honda a cuyo extremo halle

Otro paisaje esmeraldino y puro.

En él te aguardará ella: tierna figura viva

Junto a una transparente Fundación de diamante,

Beatriz recordada por otro humilde Dante

Que huella al fin tierra decisiva.

Minaremos entonces, tú y yo, supervivientes,

La Fundación helada, los obstinados muros.

Quizá amanezca el día tras sótanos oscuros

Donde la nada mueve sus torrentes.

Clara centella alcemos, que su fulgor avanza

Mientras reptamos sucios, famélicos, atroces.

De las cegadas voces parecen llegar voces.

Todo nos falta menos la esperanza.

ANTONIO BUERO VALLEJO

De Puy Ladrón a San Simón.

Con antiguos compañeros de trabajo y sus señoras, la semana pasada estuvimos en San Simón.

En la Guerra Civil española, en la Sierra de Alcubierre, San Simón era la trinchera franquista situada en la loma de Puy Ladrón, en ésta se sitúa la huega o limite de los pueblos de Alcubierre, Leciñena y Robres, en frente estaban las trincheras republicanas del Negus y Pasionaria.... Inmaculada y Merche bajan de la loma en la que un altar de piedra ha sustituido a la antigua trinchera.

En el Centro de Interpretación de Robres, una vitrina muestra la portada del Heraldo de Aragón de fecha 10 de abril de 1937 en la que se recoge el hecho histórico que sucedió en la loma que cambió el nombre de Puy Ladrón por San Simón.

Desde la sierra fuimos a comer a Robres: Merche, Marisa, Inmaculada, Carmen, Manolo yo y Paco, que hacia de fotógrafo... hace cuarenta años hicimos la misma visita. ¡ FALTA ANTONIO  CASALOD!

En la década de 1960 hasta que deje la escuela en Robres, recuerdo que un día al año nos daban fiesta en la escuela y en un autobús que salía desde el Plegadero nos llevaba hasta la loma para oír misa, cantar el "cara al sol" y una escuchar una arenga patriótica... al acto acudían las personalidades políticas, como los gobernadores civiles de Huesca y Zaragoza.

La Noche Vieja 2015 en Robres.

Una vez más hemos despedido el año con la peña de Robres.

De paso a la farmacia, donde hemos cenado, nos encontramos un árbol de navidad en el Plegadero, la obra la ha realizado Maite, escultora local... materiales reciclados cubrían la fuente de la plaza, plásticos incluidos han servido de material para realizar esta original obra.

Después de cenar (entrecoz a la brasa) y tomar las uvas con sus correspondientes copas de cava nos hemos acercado al salón del pueblo, un grupo musical amenizaba el comienzo del nuevo año... allí estaba Isa con su amiga Ana, las únicas chicas de la Peña que han ido a celebrar la noche vieja a Robres.

El día de reyes nos juntamos las dos familias para repartirnos los juguetes; la de Laura hermana de Carmen y la de Asún, mi hermana... Angela, nuestra ahijada, la más contenta con los juguetes, ya se sabe que en la Navidad  los que más disfrutan son los niños.

También he tenido tiempo para acercarme a la Casa Amparo, y junto a Oscar disfrutar del concierto de la rondalla de la Peña el Jaleo, que realizo dentro de la programación de las fiestas navideñas.

A MI AMIGO

EL ORADOR REVOLUCIONARIO

Dices que soy conservador ahora,

Yo sigo siendo lo que fui y no cambio.

No soy de esos que se dan por hartos

Mudando los peones del tablero,

Volcad este de golpe, y soy “el hombre”.

Una revolución sólo conozco

Que no haya sido obra de un farsante,

La del diluvio universal, grandiosa

Entre las otras mil revoluciones.

Pero entonces no todo fue sublime,

Piensa en la dictadura de Noé.

Búscame sólo el agua que la tierra

Ha de inundar. Yo, entonces, sonriendo,

Colocaré una bomba bajo el arca.

IBSEN