domingo, 31 de marzo de 2019

Un domingo en el barrio de Casetas


Hoy domingo 31 de marzo me he desplazado hasta Casetas para presenciar el partido de fútbol que ha jugado contra el Robres.


Puedo decir que Casetas es mi segundo pueblo, ya que he pasado más de treinta años yendo todos los días a trabajar a la empresa Nanta... hoy me he acercado y me he encontrado con Sancho, conductor que aún sigue trabajando llevando un camión de pienso. Desde la valla se ve el edificio de oficinas, ladrillo rojo con persianas blancas y a la derecha la torre de la fábrica que tapan los altos pinos.


Después me he acercado a tomar un café al bar el Pozal, mucho ha cambiado desde la primera vez que entre en éste bar. Tres locales diferentes le he conocido a éste bar, el primero por los años 80, parecía la sede del PC, las pareces cubiertas con carteles de Lenín y Marx y David el camarero ofreciendo el mundo obrero... pasado el tiempo cambio el local y la decoración, entonces lo frecuentaba los sábados que trabajaba, cuando salía a la hora del vermut. 


La plaza del Castillo, en la que se encuentra la parada del bus a Zaragoza, hoy los que hacían cola en la marquesina tenían pintas de extranjeros; la plaza sigue siendo el núcleo del barrio, la mayoría de comercios y restaurantes se ubican alrededor de ésta. El centro ocupado por un kiosco de música y una amplia terraza de un bar próximo.


En el partido, que se ha resuelto con empate a uno, me he encontrado con Juan Carlos Lapieza, con quien trabaje 25 años, me comenta que ya lleva 34 en la empresa. Después he ido a tomar vermut al bar  "Vinos Chueca". La mañana la he finalizado acompañando a seguidores del equipo a comer al restaurante el Andaluz, Nanta nos pagaba aquí la comida. En la barra he saludado a Carlos, antiguo propietario que lo ha traspasado. 
En definitiva una maña para el recordar otros tiempos en los que curraba y saludar a viejos conocidos de la empresa que viven en Casetas; ya se sabe que recordar es volver a vivir.

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