lunes, 16 de enero de 2017

Mis cuatro mejores lecturas en 2016


De la cuarentena de libros leídos en el año pasado, las cuatro que más me han gustado son: UN antropófago en  Marte de Oliver Sacks.


Un antropólogo en marte es la historia de siete casos neurológicos que Oliver Sacks, profesor de neurología en la clínica Albert Einstein de Nueva York. Los siete casos constituyen una reflexión sobre la esencia de la identidad y los mecanismos del conocimiento... Oliver Sacks falleció en agosto de 2015, pero yo voy a seguir leyendo sus obras.


En la lista de mis favoritas está Irene Némirovsky, de quien he leído dos obras: El vino de la soledad y suite francesa. En la primera, publicada en 1935 a autora recrea al destino de una adinerada familia rusa refugiada en París. Con una mirada inteligente y ácida, la novela sigue a la pequeña Elena desde Ucrania hasta San Petesburgo, Finlandia y finalmente París, donde la familia se instala tras el estallido de la revolución rusa. La suite francesa narra la ocupación alemana den junio de 1940 y la salida de París. La novela no fue terminada pues fue detenida por la gestapo y deportada a Auschwitz donde fue asesinada.. me parecen dos obras magníficas novelas de una escritoria brillante.



En mi lista no puede faltar la poesía y este año me han encantado los sonetos de William Shakespeare, los he descubierto gracias a un programa de libros. En cien sonetos Shakespeare aparecen todos los temas de la poesía: lirismo, amor, crítica, amistad, traición, muerte, celebración de la vida. Me han fascinado los sonetos de Shakespeare.



El cuarto libro es una obra de teatro: La Fundación de Antonio Buero Vallejo. La lectura de esta obra se debió a que dentro de las lecturas obligatorias para la Selectividad que tenía que realizar la sobrina Laura. La obra de teatro la había visto en los Estudios 1 que televisión española realizaba en 1980.
Buero Vallejo es mi autor teatral favorito, inolvidables son historia de una escalera y el tragaluz, y  magistral interpretación de José Maria Rodero en el concierto de san Ovidio, han pasado muchos y sigue pareciéndome una de las mejores interpretaciones teatrales. La ventaja de leer teatro es que el lector puede poner la cara que uno quiere a los protagonistas.

Rendido de fatiga me desplomo en mi lecho,
Donde encuentran reposo estos rendidos miembros,
Pero entonces mi mente comienza su andadura
Hasta extenuar mi alma, como ya estaba el cuerpo,
Porque mis pensamientos, lejos de su morada,
A ti miran como fervientes peregrinos,
Manteniendo mis pupilas abiertas, fijas,
En esas tinieblas que son luz del ciego.
Pero esa visión que es sueño de mi alma
Cómo a mi obscuridad tu sombra atrae,
Y como joya que en la noche terrible brillase,
Las lóbregas tinieblas embellecen con la juventud de tu semblante.
Así, de día el cuerpo y por la noche el alma,

Por ti o por mí, Jamás hallan reposo.
WILLIAN SHAPESPEARE

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