lunes, 3 de septiembre de 2018

Fráncfort y Stuttgart


Del 25 de agosto al 2 de septiembre hemos realizado un viaje por la parte occidental de Alemania y empezamos nuestro recorrido por la ciudad de Fráncfort.


Fráncfort me sonaba por la buena cerveza y las salchichas, así es que el primer día para cenar nos fuimos a uno de los animados puestos situados junto al río Maín a cenar salchichas y beber cerveza. En este viaje nos acompañaban nuestros buenos amigos Pili y Toñin.


Fráncfort es la capital financiera de Alemania, se nota en la gran cantidad de rascacielos que son sede los principales bancos del mando, más de trescientos, al decir de la guía. Nuestra visita incluyo un paseo por la ciudad en compañía de una guía local... el ayuntamiento, la bolsa, la ópera y subir a una colina próxima para poder observar la ciudad en toda su extensión ampliaron nuestra información de ésta moderna ciudad alemana reconstruida, en su mayor parte después de la Segunda Guerra Mundial.


Heildelberg, fue el siguiente destino, preciosa ciudad en la que recorrimos el castillo, donde se encuentra uno de los toneles más grandes del  mundo, después almorzamos y paseamos junto al río que ofrecía una preciosa vista con el Puente Viejo en primer lugar y el viejo castillo al fondo. En el castillo como curiosidad pude ver el tonel de madera más grande hasta la fecha, más de dos mil quinientos libros caben en su interior.


Stuttgart fue la siguiente parada, en esta ciudad se encuentra la cuna de la industria automovilística alemana gracias a  Porsche, cuya marca de coches tiene aquí su principal fábrica. También tiene su sede La Mercedes o los Motores Benz. Por la noche en que la ciudad esta poco iluminada destacan las luces de las distintas sedes automóvilistas... nuestra visita fue cultural por los alrededores de la plaza del castillo nuevo, una plaza con bonitos jardines y rodeada por el mercado y bonitos palacios como el de la fotografía. Como anécdota nuestro hotel estaba situado junto a un cementerio, que parecía un jardín, sin nichos ni lápidas horizontales, tan solo verticales con, observamos que había una parte judía, las inscripciones de los fallecidos llegaban hasta 1926, se conoce que los nacis se metían con los judíos vivos y dejaban en paz a los muertos.
Para termina la segunda jornada nos acercamos hasta la ciudad famosa por sus aguas termales de Baden Baden. Nosotros pudimos visitar un casino y varios balnearios, por fuera, además se aprecian los distintos palacetes de los ricachones que venían a jugar en el siglo XIX, entre ellos el escritor ruso Dostoievski, autor del libro el jugador, inspirado en los casinos de esta ciudad.

¿Pureza, soledad? Allí son grises.
Grises intactos que ni el pie perdido
sorprendió, soberanamente leves.
Grises junto a la Nada, melancólica
bella, que el aire acoge como su alma,
visible de tan fiel a un fin: la espera,
-¡Ser, ser y aun más remota, para el humo,
para los ojos de los más absortos,
una Nada amparada; gris intacto
sobre la tierna aridez, gris de sus cerros!
JORGE GUILLEN







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