Vacaciones en Marina D´Or

¡ Ya hemos vuelto de la playa de la playa !, este año hemos estado en Marina D´Or, como dice la propaganda "la ciudad de vacaciones".

El 29 de julio salimos de Zaragoza, sin Isabel, que trabajaba y se incorporo el 1 de agosto... el viaje, cuatro horas, con dos paradas le resulto pesado a la abuela, 91 años. Una vez en el apartamento la brisa del mar nos alivio el sudor y cansancio acumulado. Viky y Victoria celebraron la llegada con un fuerte abrazo.

Los días de la playa ya se sabe como son: sol, arena, en esta playa combinada con piedras y agua salada... bueno también alguna cervecita en el chiringuito junto a la playa. Se pasa la jornada sin hacer gran cosa, a parte de pasear por la orilla del mar. Pero como dice un amigo: "cuando no hago nada ya me divierto".

Al llegar la noche el panorama cambia, la luz del sol se cambia por la artificial producida por miles de bombillas que recuerdan la feria de Sevilla, además los carteles luminosos de hoteles, balnearios y pequeños bares y comercios terminan de dar un colorido especial... en la calle se oigo a la gente hablar en distintos idiomas, los que mayoritarios castellano, francés y ruso, por este orden, menos inglés y poquito alemán y valenciano.

La arquitectura del edificio de apartamentos es la misma para "toda la ciudad", ladrillo rojo, fachada a la playa escalonada, once alturas con balcón semicircular. Nuestro apartamento, que tiene dos accesos, en un lado para coches y el otro da a la playa Amplaries; y entre la playa y el apartamento un bonito espacioso jardín, en el que cuando cae la tarde se esta de maravilla recibiendo la brisa del mar acariciando nuestro rostro.

¡Abierta, mundo subterráneo de las pasiones!

Y a ti, reverenciadas las sombras, y aun así sentías,

Ven y pega tus labios calientes a los míos.

¡Bebe sangre a mi sangre!, y respira a mi boca!

Sal de tu oscuridad crepuscular,

¡Y no te avergüences de la sombra que te rodea el problema!

El amante del amor quiere vivir también sus males,

Lo que te hace molesto también te ata.

Sólo la pasión que encuentra su abismo.

Ilumina tu ser hasta el fondo;

Sólo uno que se pierde entero se da a sí mismo.

¡Entonces, prendase! Sólo si te incendias,

¡Conocerás el mundo en lo más profundo de ti!

Porque en el único lugar donde actúa el secreto, también comienza la vida.

Stefan Zweig