Confinados
Quince días llevamos confinados en casa "gracias"al Covid-19.
Encerrados en casa nos movemos en dirección al sol, a primera hora de la tarde entra por la pequeña ventana del baño... Carmen, en pijama, acariciando a nuestro gato, que ha superado la crisis, creo que ha gastado otra vida, como los gatos tienen siete vidas no hay problema.
Viky es la compradora de la casa, con su nuevo uniforme: mascarilla y guantes coge el carro de la compra y sale a realizar la compra, básicamente comida y productos de limpieza, estos días se ha disparado ha aumentado el presupuesto en este apartado. Hoy domingo a las siete de la mañana ha marchado a trabajar.
Isabel ha vuelto al Hospital Clínico, cuando vuelve de trabajar nos relata "la dura batalla" que se mantiene en el Hospital por salvar la vida de los pacientes infectados de Coronavirus... antes de volver a casa de pone crema hidratante en la cara para restaurar su fino de cutis de las marcas producidas por la mascarilla que le aprieta la piel de la cara. Nos comenta que hay mucho trabajo, todos los días entran nuevos pacientes, pero el hospital no esta saturado, pronto empezaran a dar altas sanitarias.
Y, mientras estoy todo el día en pijama en casita, viendo tele y leyendo, he terminado el Sitio de Zaragoza por Benito Pérez Galdós, eso si fue una guerra donde: "las bombas aplanaban los edificios, las balas los desmoronaban y el fuego los consumía… escombros, ceniza, desolación y muerte, tal era el espectáculo que ofrecía Zaragoza del segundo sitio". Lo nuestro es un aislamiento dorado, con comida, libros, tele, móvil, ordenador...
Y a las ocho salir aplaudir a los balcones y acordarnos de Isa y sus compañeros sanitarios, que ellos si que se la juegan. Pero como dice un amigo ahora no podremos salir en pijama, que han cambiado la hora y se nos vera el vestido desde el balcón de la casa de enfrente.
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