Recuerdos en el Heraldo
Heraldo de Aragón, el periódico más longevo de nuestra comunidad Autónoma ha cumplido 125, y para celebrarlo ha publicado un libro titulado 125 historias, una por cada año de vida.
La primera curiosidad es que el periódico tenía de seis a ocho páginas. El Heraldo se autodefine independiente, desde luego económicamente lo es, la familia Yarza es de las más pudientes en Zaragoza. El periódico tiene varias secciones: local, deportes, cultura y sociedad, sección de opinión, necrológicas, anuncios por palabras, etc.Como todos los periódicos.
En la sección deportiva el Heraldo destaca la etapa de Perico Fernández, campeón mundial de boxeo, sus primeras victorias las recuerdos viviendo en Robres, en el pueblo habia pocas televisiones así es que los acontecimientos deportivos los veiamos en comunidad, años más tarde, ya viviendo en Zaragoza coincidí con Perico en varias ocasiones, la primera fue sacándome el carnet de conducir, junto a la Romareda, Perico llevaba varios intentos y en esa ocasión lo volvieron a suspender... Perico Fernández falleció en 2016 en un centro neuropsiquiátrico, después de pasar varios meses viviendo en la calle y ser recogido por los servicios sociales del Ayuntamiento. Desgraciadamente es una historia frecuente en boxeadores que han llegado a ser grandes campeones, me vienen a la memoria la de Poli Diaz y a Urtaín.
En la sección cultural, el jueves el Heraldo edita un cuadernillo titulado Artes y Letras, para mi lo más interesante del periódico. En el libro se recoge la noticia de la llegada a Zaragoza de Luis Buñuel, en marzo de 1977, Joaquín Aranda, que fue director de la filmoteca de Zaragoza, narraba una jornada de rodaje de la pelicula "Ese oscuro objeto del deseo". Unida a lo cultural esta el obituario de Manuel Tejuela, cantaor de flamenco afincado en Zaragoza, me entero por el libro que falleció el año pasado ¡qué gran pena! A tejuela le conocí en un concierto de flamenco, más tarde me lo encontré varias veces en la plaza de la Magdalena, y tomé algunos vinos con él, su tema de conversación siempre era alrededor del flamenco, yo no soy un entendido del cante jondo, pero reconocía el sentimiento que Tejuela ponía al cantar, no me perdí ninguno de sus concierto en Zaragoza, me cautivo su autenticidad, un cantaor de los de verdad, fue un lujo tenerlo de vecino en Zaragoza. Hasta siempre compañero.
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