Tercer cumpleaños de Ámbar

Nuestro gato Ámbar ha cumplido tres años, el felino es hasta ahora el último miembro en incorporarse a la familia Oto Gracia.

Apareció, siendo un bebe, en la casa de Robres a finales de setiembre del 2020 hasta ahora, tres años después, se ha convertido en un adulto, que pesa cerca de seis kilogramos. Cuando fuimos por primera vez al veterinario para vacunarlo y desparasitarlo pesaba un kilo setecientos gramos. ¡En casa tenemos un gran gato!

A Ámbar le gusta estar en nuestra compañía, cuando estamos en la cocina se sienta a esperar la comida,  tranquilo y relajado en la banqueta, la cola recogida es su lenguaje felino. Al gato le gusta que le hablemos, la voz calmada de Carmen le ayuda a estar relajado y feliz, quizá por eso Carmen es la preferida de la casa para nuestro gato.

A Ámbar le gusta estar por las alturas, sobre todo en el salón, pasa horas encima del mueble de la televisión, desde la altura le permite controlar el espacio. He leído en el libro "Al gato lo que es del gato" de Eva San Martín que los felinos, incluidos los tigres en la sábana africana sestean cerca de las copas de los árboles, porque esta posición ventajosa los protege de posibles peligros, ya que los verán aparecer antes que nadie. Incluso el rascar, que le sirve para afilar las uñas y marcar su territorio. Nuestra casa es su pequeña sábana, lo malo es que Ámbar en vez rascar en un árbol ¡rasca en el sofá!

Las vacaciones de Ámbar son en Robres, para agosto lo llevamos en el trasportín, el gato se pasa horas mirando por la ventana del corral, las ventanas de la casa están protegidas por mosquiteras, desde la ventana observa atento a los insectos y aves que vuelan cerca de la casa: palomas y gorriones. En una ocasión se acerco la gata del vecino, Ámbar empezó a bufar, quería atacar a la intrusa que !Amenazaba nuestro territorio! 

Tres años llevamos con Ámbar y estamos contentos con su compañía, al gato se le ve feliz con nosotros, y nos los demuestra con los cabezazos y restregones que nos da con su cuerpo, creo que son abrazos en versión gatuna.

Me celebro y me canto a mi mismo.

Y lo que yo diga ahora de mi, lo digo de tí,

porque lo que yo tengo lo tiene tú

y cada átomo de  mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma,

vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra

para ver cómo crece la hierba del estío.

Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,

de esta tierra y de estos vientos.

Me engendraron padres que nacieron aquí,

de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí

de padres e hijos de esta tierra y de estos vientos también.

WALT WHITMAN