Descubriendo la Bretaña
Siguiendo el viaje por Francia, el martes 26 dejamos Niort y a nuestros amigos Marisa y Francisco, y nos dirigimos a Bretaña.
El 27 partimos para Vannes, me gusto el puerto de esta pequeña localidad medieval, que tiene las típicas casas bretonas con entramado de madera, callejuelas empedradas y una bonita muralla. Después pasamos por Auray, me gusto el puerto y la iglesia de San Gustan de cuyo techo cuelgan reproducciones de barcas regalas por marineros en agradecimiento por salvar la vida en las tormentas sufridas en el Atlántico, después de pasar por la casa de Benjamín Flanklin marchamos hacía los monumentos megalíticos de Carnac, me he llevado una pequeña decepción porque me imaginaba que los alineamientos de menhires, cerca de mil, eran más altos, recuerdo cuando por primera vez estudié el paleolítico, en el libro estaba escrito "el monumento funerario más importante de la Edad de Piedra", en la fotografía parecían enormes piedras de más de dos metros... Por la tarde fuimos a Concarneau, visita rápida para admirar la ciudadela fortificada y las murallas de granito; a eso de las seis llegamos a Quimper, ciudad en la que nuestras hijas habían estado con el colegio, en un intercambio. Sólo nos tuvimos tiempo para ver la catedral y dar un pequeño paseo.
Después de comer a la tarde llegamos a Saint Michel, la obra arquitectónica más espectacular del viaje, algunos afirman que es una maravillas del mundo actual, me apunto. Llegamos a la seis de la tarde, para ver subir la marea, lástima que la abadía estaba cerrada, pero valió la pena ver como las olas del océano iban adelantando terreno hace dejar rodeada toda la roca. ¡Una maravilla para la vista!
En Dinan, recorrimos el casco de esta ciudad medieval, subimos a la torre del reloj, visitamos la abadía del San Savoeur y la iglesia de San Maló, y el castillo, también recorrimos parte de las murallas. En la parte antigua nos encontramos con las típicas casas de madera de Bretaña, están un poco torcidas, algunas de ellas parecen que se van a caer.
A comer fuimos a Rennes, la capital de la Bretaña, íbamos justos de tiempo así es que sólo pudimos visitar el Parlamento de Bretaña, que resultó la mayor decepción del viaje, porque una guía en francés nos entretuvo hora y media sin a penas enseñarnos el Parlamento, es más exacto llamarlo palacios de Justicia, porque se veía gente con toga. También visitamos la catedral y la oficina de turismo, enclavada en una antigua capilla reconvertida.
A cenar llegamos a Niort donde nos esperaban nuestros amigos Marisa y Paco con su hija y nietos y unos amigos... ostras con champan francés, buena despedida de Francia.
El tiempo es mal
ladrón: sólo le roba al hombre
Sus posesiones de
infeliz mendigo.
Más si aquellas
desdichas pudiera recobrarlas
Ya no sería más la
sombre que él ha sido,
Sino el rey
legendario que aún tiene que nacer.
El sueño es la
materia de que el dios está hecho,
Y como al fuego el
agua la carne lo aniquila
FRANCISCO BRINES
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