La Desescalada en Fase O.
Llevamos 55 días confinados y por fin ha empezado la desescalada.
El uno de mayo lo celebramos con la cuadrilla por Skype. Estuvimos conectados: desde Benasque Ana y José Mari, en Huesca Gloria y Elias y también Gero, con mascarilla. En Robres Carmen y Rogelio y en Zaragoza: Lourdes, Blas, Carmen y yo. Pasamos un ratico contando nuestra situación personal y echando de menos la comida en la Sierra, a donde vamos todos los uno de mayo, comemos entre los olores del tomillo, las sabinas y el color del manto verde que primavera cubre el monte... ¡El próximo año lo celebraremos en la sierra con más ganas!
La Fase 0 nos permite a los adultos salir a la calle de 6 a 10 de la mañana, y nuestra primera salida ha sido a casa de Laura a ver a la abuela Victoria, a las nueve ha salido al balcón con Alberto. Aún no podemos entrar en casa. Si todo va bien será la próxima semana... desde la calle hemos hablado unos minutos y la hemos visto bien de animo. Victoria cumplirá 92 años el 14 de mayo. ¡Bravo por ella!.
En casa hemos tenido celebración, nuestro gato Bakunin ha cumplido 16 años, es todo un animal mayor, Isa y Viky le han puesto las velas y la corona, no ha habido tarta de cumpleaños, dicen que no es bueno el azúcar para los animales... Estamos contentos que haya llegado hasta su cumple, porque ha tenido varias crisis, creemos que ya va por la sexta vida.
Yo mientras tanto estoy esperando que termine el confinamiento, en casa haciendo gimnasia, leyendo en la terraza, ahora estoy con el libro "el profesor inútil" de Benjamín Jarnes, escritor aragonés de la Generación del 27, que afirma: "Pienso, luego existo. Existo, luego soy feliz! A Benjamín Jarnés esta dedicado el IES de Fuentes de Ebro, en el que realice mi labor de docente hace dos años.
En la televisón además de ver alguna película seguimos con Carmen serie los Soprano.
Desde que se inicio la fase 0, salimos con Carmen a a las ocho de la mañana de casa, andamos una hora, a las ocho hay poca gente en la calle y se puede sortear el peligro de contagio, porque el mortífero Covid-19 sigue acechando nuestras vidas.
Lo que ha de ser, será.
¿Para qué lamentarlo?
Tantísima felicidad,
Imposible calcularla.
¿Y la desgracia? ¿Y las cargas?
Aunque me doblegue hasta la tierra.
Todas mis lagrimas amargas
Acabaron al mar fluyendo.
Allí descendieron al fondo,
rodeadas de sosiego y brillo,
A dar luz en lo más hondo,
a una perla con arena dentro de la mejilla.
La vida pasa y seguirá pasando,
igual que antes transcurría,
no es más que un vuelo simple.
Entre el "no hubo" y el "sí, había".
Solo es un breve instante,
entre un amor y un extravió,
un instante veloz y alado...
un canto de la graja vespertina.
NADEZHDA CHERNOVA.
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