viernes, 31 de diciembre de 2021

 Triste despedida del año.

El día 27 Vicky dio positivo en Covid, la familia estamos en cuarentena. 


Desde su habitación, en la que esta confinada nos ha mandado la simpática fotografía, nos dice que los cambios que se han producido en su fisonomía son producto de la nueva variante Omicron. El buen humor no se le ha ido, ni el gusto, ni el olfato, tampoco ha tenido fiebre... En Aragón con cerca de cinco mil nuevos casos diarios la pandemia avanza.


  
Ayer día 30 la abuela Victoria se cayo y hubo que hospitalizarla, afortunadamente no ha habido fracturas, pero el dimero D es muy alto, es un marcado que indica trombo embolismo pulmonar. La PCR ha resultado negativa. Con lo contenta que estaba el día 25, Navidad y ahora hospitalizada, con el inconveniente que no podemos visitarla porque estamos pendientes del resultado de nuestras PCR.


Isabel pasara la noche del 31 trabajando, ella no ha tenido cuarentena, el hospital esta llenándose de pacientes Covid, a Isa le hicieron una PCR que resulto negativa, ella no ha  tenido cuarentena, tomara las uvas en el hospital. En Noche Buena también trabajó, en un momento de absuelto tuvo una mini celebración con su amiga y compañera Arancha.
Así es que este año, el de las vacunas, tomaremos las uvas solitos con Carmen y a distancia de Vicky.


Para despedir el año tengo un entrañable recuerdo para Carmen, compañera del primo Arturo. Carmen y Arturo vivieron muchos años en el mismo edificio que nuestros padres, en San Juan de la Peña, ellos en el 2º y padres en el 4º. La relación fue muy estrecha, incluso en Robres.
Especial cariño le tengo a esta fotografía del 20 de agosto del año 1994, en plenas fiestas, y mientras nosotros los padres estábamos trabajando en Zaragoza, Carmen se llevó a nuestras chicas a los actos infantiles en la Plaza de Zaragoza: Isabel, con un año, delante con lo brazos levantados y Vicky detrás agarrándola por la cintura. Prima, nunca olvidaremos tu amplia y sincera sonrisa.



 El reloj se detuvo, empezó a torcerse y se rompió.

El minutero se soltó, el segundero se soltó

La aguja de las horas se soltó.

Enfermé, envejecí, me rompí,

Mis ojos están ciegos, mis oídos, sordos, mi boca, muda.

El amor se detuvo, empezó a torcerse y se rompió

El amor se detuvo, empezó a torcerse y se rompió.

La miel no se ve, el recuerdo del dolor va emergiendo

Y la soledad llega puntual.

JIMMI  LIAO

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